Asimismo, el regulador británico pretende que la cuantía de las multas refleje mejor la proporción entre las conductas inapropiadas y el beneficio obtenido a través de ellas para que éste sea restituido, por lo que la propuesta prevé una mayor vinculación entre las multas impuestas y los ingresos.

De este modo, las sanciones podrán alcanzar hasta el 20% de los ingresos de las compañías ligados al producto o área de negocio vinculado a la infracción durante un periodo relevante de tiempo.

En el caso de sujetos individuales, la multa podrá ascender hasta el 40% del salario y otros beneficios, incluyendo bonificaciones, percibido por el trabajo a través del que se hayan vulnerado las normas del mercado.

Asimismo, en el caso de sujetos individuales, la FSA propone una sanción mínima de 100.000 libras esterlinas (115.972 euros) para casos individuales de abusos de mercado.

Por otro lado, el regulador precisó que la cuantía final de la multa también tendrá en consideración otros factores como el efecto disuasorio que pueda resultar, así como los descuentos producto de acuerdos.

"Estas propuestas suponen un importante paso en el impulso de un marco disuasorio creíble. Al golpear a las entidades y personas en el bolsillo, donde más duele, las multas supondrán una cruda advertencia para el resto sobre lo que pueden esperar al desobedecer las normas", dijo la funcionaria de la FSA Margaret Cole.

La FSA indicó que el periodo de consultas sobre la nueva normativa sancionadora permanecerá abierto hasta el próximo 21 de octubre por lo que es probable que las nuevas sanciones se empiecen a aplicar desde febrero de 2010.