Iberdrola acordó el año pasado comprar Energy East, con sede en Maine, en una operación amistosa valorada en 4.500 millones de dólares. A principios de mes, los técnicos del regulador de Nueva York encargados de estudiar la compra de Energy East por parte de Iberdrola pidieron al consejo de este organismo que restrinja el reparto de dividendos y articule una golden share (acción de oro) para tener derecho de veto sobre acuerdos de tipo estratégico en la adquirida.Según la documentación entregada por las partes al regulador, a la que tuvo acceso Europa Press, los técnicos quieren que el consejo, que es el que debe adoptar la decisión final a partir del informe elaborado por un juez administrativo, promueva la creación de una figura especial y elija a un consejero independiente de Energy East.