La Oficina del Protector del Inversor de la Bolsa de Madrid gestionó 13.250 solicitudes de información en 2018, un 2,3% más que las peticiones atendidas el año anterior. El 90% de las consultas fueron realizadas por inversores particulares. A ello contribuye que los departamentos de accionistas de las cotizadas, la CNMV, el Banco de España y las organizaciones de consumidores suelen remitir a los inversores a esta oficina, por considerarla una vía rápida y neutral para resolver sus dudas sobre el mercado de valores.
El número de reclamaciones recibidas por la Oficina descendió en 2018 y también disminuyó el grado de conflictividad en cuanto al fondo de las cuestiones planteadas.
La variación del precio mínimo de cotización de los valores de la Bolsa, que pasó de 0,01 euros a 0,0001 euros, centró una parte importante de las solicitudes de información. Junto a esta medida se establecía, para aquellos valores con una cotización inferior a 0,01 euros, un requisito de contratación por lotes de títulos. Es decir, si esos valores no se pueden agrupar en lotes no se pueden negociar.
También se recibieron muchas consultas con motivo de la OPA de exclusión de Abertis. Carlos Fernández, Protector del Inversor de la Bolsa de Madrid, considera que en estos casos deben reforzarse los canales de información con los minoristas. “Las entidades depositarias deben activar los mecanismos necesarios para asegurarse de que los inversores particulares conocen las condiciones e implicaciones de la operación”.