"Estas perspectivas podrían ser problemáticas, aunque sospechamos que todavía resultan de lo más optimista", apuntó el economista.En efecto, este escenario se basa en hipótesis clásicas como la de una entrada por el 20% del precio total, una hipoteca a 30 años y con interés combinado (fijo y variable), parámetros que desde hace tiempo son la norma en Estados Unidos. Sin embargo, no toma en consideración ni las hipotecas de alto riesgo, las famosas subprime, ni la caída experimentada en los aportes iniciales, ni tampoco los creativos préstamos hipotecarios que al principio tienen un tipo de interés muy bajo que luego es ajustado años más tarde. Además, el mercado ha alcanzado un pico recientemente en materia de precios y, tradicionalmente, cuando estos suben mucho también suelen bajar mucho. Una bajada así de los precios aumentaría los riesgos de deterioro en el crédito y dificultaría el acceso al crédito y a la propiedad, algo que podría lastrar la economía durante un periodo prolongado, advierte Hatzius.