La idea cuenta con el apoyo de los demócratas, que tienen mayoría en ambas cámaras del Congreso, pero hasta ahora el gobierno de Bush se había opuesto al uso de parte del dinero que obtuvo de los legisladores para el auxilio a las Tres Grandes.

La portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, dijo hoy que el Gobierno de Bush comparte las preocupaciones de muchos "en el sentido de que no se puede permitir el colapso de la industria" del automóvil. "El Gobierno quiere que el Congreso adopte esta semana la acción apropiada para darle ayuda" a las empresas, añadió la funcionaria en una declaración escrita.


El Congreso, que reanuda hoy su sesión, encara la presión de las empresas y de los sindicatos para que actúe en apoyo de una industria que, directa o indirectamente, sustenta unos tres millones de empleos.

Según el diario The Wall Street Journal, General Motors, Ford y Chrysler quieren otros 25.000 millones de dólares en préstamos y con propósitos diferentes de la cuota similar ya aprobada.