"Las visitas de inspección han sido más intensivas en aspectos claves para valorar adecuadamente la situación de las entidades, como el estudio en profundidad de las carteras de créditos e inmuebles adjudicados", indicó el organismo que preside Miguel Ángel Fernández Ordóñez en un comunicado.

También se ha prestado "especial atención" al análisis de la solvencia, del riesgo de liquidez, de los sistemas de medición y control del riesgo, y de la capacidad para generar resultados, indicó el Banco de España, tras recordar que su supervisión ha estado marcada por la crisis iniciada en el verano de 2007.


Por una parte, las tradicionales actuaciones de inspección in situ "se han complementado, cada vez en mayor medida, por un seguimiento continuado muy intenso", y la supervisión se ha reforzado gracias a la disponibilidad de información periódica y de gestión cada vez más extensa y de más calidad.

Así, el modelo supervisor del Banco de España permite tener un conocimiento actualizado y profundo de la situación y evaluación de las entidades supervisadas, que se plasma en la definición de un perfil de riesgo supervisor de cada una de ellas. El organismo terminó un total de 118 inspecciones en 2008, y a finales de ese año, tenía en curso otras 48.

Concretamente, su actuación gira en torno a tres ejes: la revisión de la contabilidad para garantizar que refleja la realidad de la entidad; el análisis económico y financiero para evaluar la fortaleza de la entidad; y la revisión y evaluación de los riesgos, controles internos, solvencia, gestión y estrategias.

Para desarrollar las actuaciones de seguimiento y análisis y las inspecciones in situ, el personal adscrito a la Dirección General de Supervisión del Banco de España se componía a fin de año de un total de 431 personas, según consta en la memoria anual del organismo.

El Banco de España está habilitado para aprobar planes de saneamiento; para incoar expedientes sancionadores a las entidades y a sus órganos de administración y dirección, y para aplicar medidas de intervención o de sustitución de administradores.

Aunque en 2008 no fue necesaria ninguna medida cautelar de intervención o sustitución en relación con las entidades supervisadas, el pasado mes de marzo el instituto emisor intervino Caja Castilla-La Mancha (CCM).