Asimismo, el organismo destaca el "deterioro" de los servicios y el "empeoramiento reciente" de la industria, como refleja el retroceso del 8 por ciento de la producción industrial en septiembre y del 12,6 por ciento de la cifra de negocio, una caída mayor que en meses previos. En cualquier caso, esta reducción de la actividad en el cuarto trimestre se produce de forma generalizada en casi todas las economías del mundo, según subraya el Banco de España.
El organismo supervisor recuerda que en el último mes la situación financiera internacional ha estado marcada por las tensiones en los mercados de financiación mayorista y por una elevada volatilidad en todos los segmentos, en un entorno en el que se han "multiplicado" los indicios de recesión en la actividad de las principales economías. A su juicio, Estados Unidos sufrirá una "mayor contracción" económica, el Reino Unido soportará un "deterioro adicional", Japón tendrá que hacer frente a un ajuste "prolongado y severo", China a un "mayor debilitamiento" y América Latina a una "fuerte desaceleración".
La Unión Económica Monetaria (UEM), por su parte, sufrirá un "marcado retroceso" de la actividad, mientras que de los nuevos estados miembros de la Unión Europea que no pertenecen a la UEM sólo se salvan la República Checa y Eslovaquia, que mantienen un "notable dinamismo".
En cuanto a la actividad productiva de la industria experimentó en los tres primeros trimestres de 2008 un "brusco cambio de tendencia" a la baja, que quedó reflejado en el descenso del 6% experimentado por su Valor Añadido Bruto (VAB), frente a la subida del 7,5% que registrada en 2007, según el Banco de España.
En su último boletín económico correspondiente a noviembre, el organismo regulador advierte así de que se está configurando un panorama para las empresas marcado por la pérdida de vigor de la inversión y por la desaceleración, que mermarán "de forma significativa sus excedentes y rentabilidades en los meses transcurridos de 2008".
Según indica en Banco de España, el "profundo ajuste" se ha reflejado en casi todos los subsectores que componen el VAB, debido a que han sido afectados por la menor pujanza de la inversión en bienes de equipo, por el aumento de los costes energéticos y por la influencia de la crisis del sector de la construcción en los subsectores industriales relacionados.
Los gastos de personal en las empresas industriales aumentaron un 3,4 por ciento en 2007 y esta tasa se repitió en los tres primeros trimestres de 2008 debido principalmente a la aceleración experimentada por las remuneraciones medias.
Por su parte, tanto el resultado económico bruto como el resultado ordinario neto registraron en los nueve primeros meses del año reducciones significativas del 16,1 por ciento y del 40,7 por ciento, respectivamente.
En cuanto a los niveles de rentabilidad del activo, en 2007 se situaron el en 9 por ciento, frente a la reducción hasta el 5,9 por ciento producida durante los tres primeros trimestres de 2008.
Por otro lado, los costes financieros continuaron creciendo de forma ininterrumpida en 2007 y los nueve primeros meses de 2008 hasta situarse en el tercer trimestre de este año en el 5 por ciento.
En resumen, destaca el Banco de España, mientras que en 2007 la actividad se mantuvo estable, gracias a la positiva evolución de la economía, en 2008 la actual crisis económica ha hecho que la actividad se reduzca hasta valores que no se conocían desde 1996.
Así mismo, el Banco de España calcula que las pequeñas empresas experimentaron en 2007 una "clara desaceleración" de su actividad con un crecimiento del VAB del el 6,6 por ciento, frente al 8,4 por ciento de 2006.
Esto, apunta el organismo regulador, mermó su capacidad de generar excedentes y de crear nuevos puestos de trabajo, en comparación con la situación existente en 2006.
La situación de negativa evolución se produjo en la mayoría de los sectores productivos, aunque afectó más intensamente a los de la construcción e inmobiliario

