La institución presidida por Jean Claude Trichet explicó que se realizarán compras tanto en el mercado primario como secundario, lo que implica que serán aceptadas tanto cédulas de nueva emisión como las ya existentes.

No obstante, el BCE precisó que estas emisiones deberán contar con una calificación mínima 'AA' o equivalente de al menos una de las principales agencias de calificación crediticia, así como con una emisión mínima de 500 millones de euros, aunque en determinadas circunstancias los bancos centrales podrán comprar emisiones inferiores a ese volumen, aunque nunca por debajo de los 100 millones de euros.

El pasado jueves, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, que mantuvo estables los tipos de interés en el 1%, Jean Claude Trichet afirmó que las cédulas y bonos aceptables en estas operaciones contarán con un vencimiento de entre tres y diez años.

Asimismo, el banquero galo afirmó que "el BCE realizará alrededor del 8% de las adquisiciones, mientras que el 92% restante será llevado a cabo por los bancos centrales nacionales".

Por otro lado, aunque el programa está especialmente diseñado y dirigido a las entidades de la eurozona, Trichet reconoció que en casos excepcionales pueden aceptarse bonos garantizados con activos ajenos a la zona euro.

"En algunos casos, hay pequeñas partes de los activos que garantizan esos bonos que no corresponden a la eurozona y no sería motivo para excluirlos", dijo Trichet.