Asimismo, el BBVA considera que el euribor -el indicador más utilizado para calcular el tipo de interés variable de los créditos-, podría acabar 2008 en el 3,9%, bastante por debajo del 4,607% que marcó en noviembre, lo que estrecharía considerablemente las divergencias que existen actualmente entre este índice y el precio del dinero, que ahora está en el 4%. Y, en el supuesto de que se agudizara la crisis de liquidez que ha afectado a los mercados financieros desde agosto, probablemente no se estrecharían tanto estas diferencias o spreads, pero el BCE bajaría más los tipos, "con lo que una cosa compensaría a la otra", explicó Escrivá.Pero también ocurriría lo contrario, es decir, que
el BCE no seguiría abaratando el precio del dinero si "más adelante" el "shock se vuelve transitorio y la liquidez vuelve a los mercados, los spreads se corrigen y se abren los mercados de financiación a largo plazo, porque no hay que olvidar que el dinero está barato en Europa.Hay que tener en cuenta que en todo el ciclo económico el BCE habrá movido los tipos sólo entre el 2% y el 4%, y "hay que entender" su resistencia a bajarlos más, puesto que las condiciones medias del conjunto del ciclo van a ser muy laxas, dijo.Y esto podría crear problemas "no ahora ni quizá el año que viene" sino en el próximo ciclo económico porque se traslada a los inversores y ahorradores la idea que en Europa "funcionamos con unos tipos de interés muy bajos".A juicio de este experto, un problema adicional que está teniendo el BCE y que está impactando sobre el tipo de cambio es la dificultad que está teniendo para alinear el tipo de interés
al que proporciona financiación a los bancos -el 4,2% en la última subasta- con el tipo de interés "declarado" del 4%.En opinión de este experto, España no saldrá inmune de la crisis de liquidez, aunque la economía española está mejor preparada que otras para aguantar una shock financiero porque su sistema financiero es uno de los más sólidos de Europa.Asimismo, el Servicio de Estudios del BBVA modificó a la baja las previsiones del crecimiento de la zona euro hasta el 1,8 en 2008 mientras que en 2007 sostiene que la economía se desacelerará hasta el 2,6%.El informe destacó que la economía de la zona euro se ha visto afectada negativamente en los últimos meses por el precio del petróleo -que aumentó el 35% desde principios del año-, por la depreciación del dólar y por los problemas de liquidez de los mercados financieros.El estudio prevé que habrá un fuerte repunte de la inflación a corto plazo debido al aumento del precio de los alimentos y del petróleo, compensado en parte por la buena situación del euro.Asimismo, augura un escaso impacto en las exportaciones, como consecuencia de su diversidad geográfica, aunque advierte de que una apreciación continuada del tipo de cambio afectaría negativamente al PIB.También pronostica un encarecimiento de las condiciones de crédito, especialmente para las empresas y en el mercado interbancario.En cualquier caso, el BBVA subrayó que la economía europea posee varios factores de fortaleza para afrontar las posibles inestabilidades financieras como la creación de empleo, ya que el desempleo está en niveles históricamente bajos, cerca del 7%.Además, el aumento de la deuda de las familias en los últimos años está alejado del estadounidense, y se ve compensado por un aumento en el nivel de riqueza.Asimismo, la riqueza inmobiliaria se ralentiza lentamente, con un crecimiento "modesto" de los precios de la vivienda en la zona euro.Por otra parte, aunque la deuda empresarial ha continuado desde 2004, los beneficios de las compañías también han crecido en los últimos años.