Islandia firmó en noviembre pasado un acuerdo con el FMI y con otros países nórdicos para acceder a un crédito conjunto cercano a los 6.000 millones de euros, luego de asumir el compromiso de cubrir las pérdidas de los inversores extranjeros a causa de la quiebra de los principales bancos islandeses.

Un informe reciente del FMI sobre Islandia concluyó que las perspectivas para que el país salga antes de la crisis habían mejorado, gracias a la estabilización de la inflación.


El Sedlabanki calcula no obstante que el Producto Interior Bruto (PIB) se contraerá un 10 por ciento en 2009.

La bancarrota económica provocó la dimisión del Gobierno el pasado 26 de enero, presionado por las crecientes protestas populares, y la formación de otro provisional de coalición encabezado por la socialdemócrata Jóhanna Sigurdardóttir, hasta la celebración de elecciones el próximo 25 de abril.