No obstante, en el primer semestre de 2008 la deuda neta española frente al exterior alcanzó los 859.000 millones de euros, el 79,6 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), lo que supone 1,3 puntos más que al cierre de 2007.

El informe detalla que, durante este período, la economía española experimentó entradas netas de capital en forma de "otra inversión" y, en menor medida, de inversión directa, mientras que se registraron salidas netas en forma de "inversión de cartera", con instrumentos financieros de corto plazo.

También destaca la reducción en la "valoración" de las inversiones directas de España en el exterior en un 13 por ciento, frente a un incremento del valor de la inversión extranjera directa española del 6 por ciento.

Los países de la Unión Europea, de la zona euro y el Reino Unido fueron los principales inversores directos en España mientras que Latinoamérica continúa como la segunda área geográfica en importancia tras la zona euro.

Por sectores, disminuyó la posición deudora española de las Instituciones Financieras Monetarias (0,3 puntos) y de las Administraciones Públicas (0,2 puntos), mientras que aumentó la de los otros sectores residentes (0,6 puntos) y descendió el saldo acreedor del Banco de España frente al resto del mundo (1,3 puntos).