La destrucción de empleo registrada en abril representa la menor cifra desde el pasado mes de octubre y ofrece un resquicio de esperanza respecto a la posible estabilización del mercado laboral en EEUU, lo que podría permitir el inicio de la recuperación económica.

De este modo, desde que la Agencia Nacional de Investigaciones Económicas (NBER) determinara que EEUU entró en recesión a finales de 2007, la economía de la primera potencia económica mundial ha destruido 5,7 millones de puestos de trabajo, el peor balance desde la Gran Depresión.

La cifra total de parados en EEUU alcanza ya los 13,7 millones de personas, de los que 3,7 millones son de larga duración, casi 2,4 millones más que en diciembre de 2007. En los últimos doce meses la cifra de desepleados se ha incrementado en seis millones.

Desde que comenzó la recesión en diciembre de 2007, la mayor economía del mundo ha perdido unos 5,7 millones de puestos de trabajo, con una disminución del 4,1 por ciento en el contingente empleado, lo que representa la caída mayor desde la recesión de 1958.

Por su parte, los ingresos por hora de trabajo subieron un 0,1 por ciento a 18,51 dólares desde un aumento del 0,2 por ciento a 18,50 dólares del mes precedente.