Ebro Puleva es el primer grupo del sector de la alimentación en España por facturación, beneficios, capitalización bursátil y presencia internacional. De hecho, un 52 por ciento de sus ventas proceden del exterior y ese es uno de los puntos fuertes de la compañía. Presente en Europa, norte de África y EE.UU, su diversificación no es sólo geográfica, sino también productiva. Y es que, en los últimos años, ha pasado de ser una empresa meramente azucarera a convertirse en líder mundial en el segmento del arroz y número dos en el de pasta (tras Barilla), sin olvidar su división de lácteos. Una reestructuración que los analistas ven con muy buenos ojos.
Javier Ruiz, gestor de Metagestión, destaca que “todo lo que sea reducir la pata de azúcar es bien recibido”, toda vez que la OMC del sector en Europa obliga a la compañía a disminuir su capacidad de producción nacional hasta las 400.000 toneladas, desde las 700.000 actuales. Ebro Puleva tendrá que cerrar tres plantas por esta exigencia hasta 2010 e, indudablemente, habrá una merma de facturación por el lado azucarero, pese a que los ingresos procedentes del Fondo de Reestructuración ascenderían a 185 millones de euros. Para ser exactos, la compañía calcula que el EBITDA de su “división más dulce” para el período 2009-2014 estará en torno a los 70 millones de euros, frente a los 120 del año 2005. En todo caso, la incertidumbre sobre este asunto se ha reducido considerablemente en los últimos meses y eso es positivo para el valor. Sobre todo porque buena parte del castigo sufrido por Ebro Puleva en bolsa a finales de 2007 tuvo que ver con esa incertidumbre. Con eso y, a juicio de Deutsche Bank
, también con el exceso de optimismo que se le otorgó al negocio de biocombustibles. Un negocio que, hoy por hoy, está parado pero que se antoja como la mejor alternativa para que Ebro Puleva compense lo que perderá por el lado azucarero.Está barataEl castigo recibido por Ebro Puleva –el último año se dejó un 34,6 por ciento en bolsa- ha dejado a la compañía a múltiplos atractivos. De hecho, Ramón Carrasco, gestor de Fortis Banca Privada, tiene claro que “a 11-12 euros es una compra agresiva”. Postura que viene avalada también desde el punto de vista técnico, ya que “el valor presenta una reacción alcista desde el entorno de 10,75 euros”, señala José Manuel Ollero, director de análisis de Noesis. Este experto cree que “de momento no tenemos señales que indiquen que estas alzas no puedan tener continuidad hasta los 13,50 euros como mínimo”. Eso sí, para que esto ocurra, habría que estar muy pendientes de que su cotización se mantenga por encima de los 12,10 euros. Y es que, si vemos cierres por debajo de esa cota, “podríamos asistir a una fase de recortes que anulen las últimas subidas que ha mostrado la compañía”.