La compañía de gestión de cobro KRUK España ha preguntado a la población qué deseo que harían realidad si les tocase la lotería. Casi la mitad de las personas encuestadas (49,1%) invertirían sus ganancias en comprarse una vivienda o pagar la hipoteca; un 36,2% se iría de viaje; un 34,8% lo ahorraría en el banco para posibles imprevistos y un 28,6% lo compartiría con familiares y amigos.
Además, más de la mitad de la muestra encuestada (53,3%) reconoce que, si bien el dinero que tiene es suficiente para cubrir las necesidades habituales, se encuentra con problemas para afrontar grandes gastos extraordinarios.
Desde Abante Asesores recomiendan tomarse un tiempo de seis meses antes de comenzar a gastar o a invertir el dinero (aquí conviene recordar que la ley da un plazo máximo de 3 meses para cobrar el décimo).
"Se trata de utilizar ese periodo para que nos acostumbremos a vivir con una cantidad elevada de dinero, evitando los caprichos y reflexionando sobre qué es lo que realmente queremos conseguir con ese dinero extra que tenemos en la cuenta y cuáles son nuestros objetivos vitales. Es decir, se realiza un ejercicio de planificación financiera para pensar en cuáles son nuestras metas y contextualizar el premio en nuestro plan financiero y vital, de forma que podamos trazar un plan de inversión que se adapte a las nuevas circunstancias y que tenga en cuenta nuestros objetivos, presentes y futuros", apuntan desde Abante.
Si se decide invertir el dinero frente a otras alternativas como montar un negocio, amortizar una hipoteca o comprar una casa es importante seguir una serie de consejos y pautas para rentabilizar el dinero y sacarle partido. Si se opta por ahorrar una parte del premio o la totalidad lo mejor es no dejar el dinero parado en una cuenta corriente en una situación como la actual con la inflación al alza, por encima del 5%.
"Es recomendable no tener dinero parado en la cuenta corriente, independientemente del motivo por el que nos haya llegado ese dinero (rendimientos del trabajo, alquileres, la lotería...). Con una remuneración de los depósitos nulas, ahorrar es necesario, pero no es suficiente, si se tiene en cuenta el efecto perverso que genera la inflación sobre el dinero que tenemos y que no vamos a necesitar. En caso de resultar agraciados con algún premio de la lotería, la única alternativa para no ir empobreciéndose con el paso del tiempo es invertir el dinero", explica Amilcar Barrios, responsable de inversiones de Wealth Solutions.
"No se trata de invertir de cualquier manera. Antes de hacerlo, será esencial definir los objetivos que se quieren lograr, así como los horizontes temporales, en los que se quieren conseguir. De este modo, se lograrán dos objetivos: no tener un exceso de tesorería, lo cual, tiene un coste de oportunidad (si no se va a necesitar, debe estar invertido). Por otro lado, tendremos una asignación de recursos responsable y ajustada a los objetivos y necesidades personales en cada momento", comenta.
Aunque las rentabilidad pasadas no garantizan rentabilidad futuras la renta variable es el lugar que mejor puede proteger frente a la inflación siempre que se haga con un plan de inversión acorde a nuestro perfil. También es importante hacerlo bajo el asesoramiento de profesionales y pensando en el largo plazo. Los bonos ligados a la inflación serían otra opción para perfiles más conservadores o moderados.
"Para maximizar el dinero del premio hay que apostar por carteras diversificadas, tanto por distribución geográfica, como por sectores y tipo de activos. Además, si se cuenta con un gran horizonte temporal de inversión, se puede asumir más riesgo con la inversión, lo que hará que el capital final sea mucho mayor", indican desde Abante.
Fiscalidad de los premios
Los premios obtenidos en la Lotería de Navidad tributan a partir de los 40.000 euros. Los premios superiores tributarán por el gravamen especial sobre premios de loterías y apuestas, actualmente del 20%, y no se incluirá en la declaración de IRPF del perceptor.
En el caso del Gordo de la Lotería de Navidad de los 400.000 euros íntegros de un décimo, el ganador percibirá en metálico sólo 328.000 euros netos, ya que, a pesar de que los primeros 40.000€ están exentos de tributación, sobre los 360.000 euros restantes se aplica una retención fiscal del 20%, equivalente a 72.000 euros, que irán destinados a las arcas públicas.
Hacienda podrá ganar este año 156,5 millones en el tradicional sorteo de la Lotería de Navidad si se reparten los tres primeros premios, según los cálculos de los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha).
De esta manera, el “aguinaldo” para las arcas públicas se mantiene desde que el mínimo exento de tributación se incrementó el 1 de enero del pasado año 2020 hasta los 40.000 euros, desde los 20.000 euros exentos en 2019.
“En caso de que el premio sea de titularidad compartida, el mínimo exento será prorrateado entre todos los titulares, y todos ellos deberán acudir a cobrar el premio a la entidad bancaria e identificarse como beneficiarios de este, para que así se aplique la correspondiente retención de forma proporcional a todos ellos. En caso de que solo se identificase como beneficiario uno de los titulares del premio, únicamente se le aplicaría la retención a esta persona, y al repartir el premio al resto de titulares, la Administración tributaria podría considerarlo como una donación, y hacerle tributar en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones (ISD)”, explica Ernesto Campos, responsable del departamento tributario y de consultoría económica de Sanz Torró – Legal & Tax.