Cisco Systems parece haber puesto fin a su particular travesía por el desierto. La crisis cogió al gigante estadounidense con el pie cambiado y tanto su negocio como su evolución en bolsa se han deteriorado profundamente en los últimos ejercicios. En otoño de 2007 la empresa comenzaba un largo periodo de penurias en bolsa que hicieron que el valor llegara a cotizar con caídas de alrededor de un 60% en 2009 hasta tocar mínimos de 15 dólares por acción. Una cifra que marcó un suelo que volvió a tocar a principios del pasado mes de septiembre.

Desde ese momento el valor ha comenzado a repuntar hasta rondar la cota de los 20 dólares por título, un precio podría dejar atrás según vaticinan algunos expertos internacionales.
 

 


Hace meses que los analistas y los expertos que analizan la evolución el valor vigilan atentamente los cambios en la compañía. Todo desde que hace alrededor de un año, la empresa decidiera poner freno a la sangría y dar la vuelta al negocio mediante un ambicioso proceso de reestructuración. En ese momento, Cisco cotizaba un 80% por debajo de los máximos alcanzados en el año 2000. Una cifra lo suficientemente abultada como esperar a una recuperación económica sin hacer nada.

John Chambers, protagonista

El artífice de tal proceso no es otro que el actual presidente de la empresa, John Chambers. El ejecutivo, que dirige la compañía desde 1995, se empeñó en dar la vuelta a la empresa y para ello tomó varias decisiones. Por un lado, aumentó la inversión en innovación que permitiría mejorar la oferta de nuevos servicios. Además, redujo la plantilla en varios miles de personas, vendió algunas divisiones de la compañía que ya no resultaban estratégicas, aligeró y simplificó la estructura de mando y accionó una ambiciosa política comercial para lograr aumentar las ventas.

Las cuentas del último trimestre apuntan que Chambers podría haber atinado con la solución ya que desde entonces las cifras han sido mejores de lo que esperaba el consenso del mercado.

La reinvención de Cisco

Las claves para esta mejora han sido varias, en opinión de los analistas que siguen el sector de la tecnología. Por un lado, es innegable que se han beneficiado del inicio de la recuperación en las expectativas económicas en su principal mercado, Estados Unidos donde la empresa genera más de un 50% de sus ventas.

Tanto es así, que todos los expertos creen que en los próximos trimestres asistiremos a un repunte de las peticiones. Gran parte de los problemas de Cisco se produjeron cuando sus clientes frenaron muchos procesos de actualización de infraestructuras y equipos.

Los crecimientos vendrán, probablemente, de la mano de las compañías ligadas al segmento de la telefonía móvil y los servicios de wireless. De hecho, empresas clientes de Cisco como NTT Docomo han comunicado recientemente que el auge en el uso de los smartphones les ha obligado a aumentar las partidas de gasto en equipo.

La propia Cisco prevé que el tráfico en internet crecerá un 10% este año y, además, han apuntado que la tendencia no revertirá en el corto plazo. Y esta evolución, evidentemente, será posible si los proveedores de estos servicios refuerzan sus infraestructuras. Probablemente Cisco, uno de los principales operadores del sector, se verá beneficiada de esa tendencia.

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