La amenaza principal que pesará sobre los mercados en 2020 según la entidad seguirá siendo el riesgo geopolítico, todo ello pese al acuerdo de ‘Fase Uno’ alcanzado entre China y Estados Unidos que reduce algunos aranceles impuestos por Washington a cambio de un aumento de Pekín en las compras de productos agrícolas por valor de 32.000 millones de dólares en los próximos dos años y de otros bienes estadounidenses, energía y servicios.
"La madurez del ciclo y los riesgos geopolíticos residuales aumentan la perspectiva de brotes intermitentes de volatilidad en 2020. En un entorno de menor crecimiento, es probable que los rendimientos de los activos de riesgo sean inferiores a los que han obtenido los inversores durante la última década. En este contexto, mantenerse flexible y ágil, aprovechando las oportunidades de inversión a medida que surjan, es probable que sea importante en los próximos seis meses y más allá", analiza Evan Brown, responsable de la Estrategia Multiactivos de UBS AM.
De cara al año 2020, la gestora suiza ve cinco potenciales eventos que podrían desestabilizar las perspectivas de los inversores, y traza una hoja de ruta para reaccionar ante cada uno de ellos.
- Tregua de guerra comercial: Un acuerdo comercial global entre los EEUU y China reavivaría el ciclo de fabricación global y potencialmente impulsará la renta variable, especialmente en los mercados emergentes. Los países emergentes se pueden ver beneficiados por las exportaciones de ambos países, el alza de las materias primas y sus propios ciclos de consumo y desarrollo urbano. Los bajos tipos de interés de la Reserva Federal beneficia también a los países emergentes más endeudados o que hacen emisiones en dólares.
- Sorpresa en las elecciones de EEUU: Los resultados de las encuestas de noviembre de 2020 podrían sentar las bases para cambios radicales en la política económica del país y en las leyes nacionales. Con el inicio de las asambleas electorales demócratas de Iowa a principios de febrero, el proceso electoral estadounidense ganará fuerza. Un cambio en el liderazgo de EEUU hacia un candidato con una agenda política radicalmente diferente podría llevar a una infraponderación de las acciones de EEUU en favor de oportunidades en otras partes del mundo.
Los candidatos demócratas han prometido ya una agenda medioambiental más potente que Donald Trump, lo que perjudicaría a aquellas empresas más contaminantes como petroleras, mineras o gasísticas… y daría alas a otras como las renovables. Otra de las propuestas que han salido de las filas del Partido Demócrata ha sido la posible limitación de los precios de los fármacos y las medicinas en el mercado estadounidense, lo que sería un catalizador negativo para las gigantes del sector como Pfizer, Mylan, Merck & Co., Gilead, P&G o Johnson & Johnson.
- Estímulo fiscal de la UE: Un posible cambio de rumbo en la economía más grande de Europa si Alemania aplicara un estímulo fiscal para compensar los menores beneficios de la política monetaria podría generar un cambio significativo en los mercados. Un importante programa de estímulo podría ayudar a encender las acciones ‘value’ olvidadas desde hace mucho tiempo dentro de la renta variable europea a expensas de la deuda soberana a largo plazo del continente.
- Catástrofe climática: Los fenómenos meteorológicos graves son cada vez más frecuentes, con incendios forestales extremos en Australia e inundaciones generalizadas en el norte de Inglaterra que han causado estragos en la segunda mitad de 2019.
La gestora llega incluso a apuntar que en los próximos 12 meses, por ejemplo, "podría producirse una mega tormenta en una gran área metropolitana o un colapso de los glaciares que afectaría a los negocios en Europa". Los inversores pueden prepararse mejor para el futuro y contribuir a soluciones sostenibles, a través de estrategias de inversión que influyan sobre las empresas fomentando la reducción de su huella de carbono.
- Conflicto en Oriente Medio: Si las tensiones se intensifican hasta llegar a la guerra en Oriente Medio, las infraestructuras petrolíferas del Golfo podrían quedar devastadas. Este escenario podría forzar la toma de conciencia de que la electrificación de la flota de vehículos está más lejos de lo esperado, y podría aumentar las acciones de las empresas de las compañías eléctricas y de petróleo o de energías alternativas.
“La tendencia de crecimiento persistentemente bajo y de tasas de interés bajas podría atrapar a los inversores globales en 2020. Aunque este ciclo económico está especialmente maduro, el año que viene tendremos los elementos básicos tanto para una aceleración del crecimiento global como para unos resultados económicos regionales muy diferentes a los que se experimentaron en 2019. Por supuesto, los eventos imprevistos siempre pueden descarrilar estas suposiciones", indica Barry Gill, director de inversiones de UBS AM.