"La crisis financiera es una prueba de las deficiencias inherentes del sistema monetario actual", aseguró Zhou.

Por otro lado, admitió que la creación de una nueva divisa de reserva es un objetivo a largo plazo que requiere una previsión y el valor de los líderes de estado de varios países.


"A corto plazo se trata de vigilar, evaluar y advertir los mecanismos que deben ser reforzados para hacer frente a los riesgos del sistema actual", agregó.

Zhou lanzó estás medidas diez días antes del comienzo de la cumbre del G20 en Londres, en la que participarán los países más industrializados del mundo y los emergentes, y se intentará conseguir una solución conjunta para combatir la crisis global.

Las reservas exteriores chinas alcanzaron la cifra récord de 1,95 billones de dólares a finales de 2008, la más elevada del mundo, superior a la de Japón, el segundo mayor poseedor de divisas del mundial con 1,03 billones de dólares.

La semana pasada Rusia ya anunció que propondrá en la reunión del G20 que el FMI estudie la posibilidad de crear una divisa de reserva supranacional.