La agencia de calificación de riesgos S&P Global Ratings ha otorgado un rating 'A-' a BME, con una perspectiva estable. Esta puntuación, que sitúa a BME en el terreno del grado de inversión sólido, responde al bajo nivel de endeudamiento, la fuerte eficiencia operativa, la integración vertical de toda la cadena de valor del negocio y la sólida posición de liquidez.
S&P considera que BME mantendrá su posición dominante como operador líder de infraestructura de mercado y que diversificará gradualmente sus fuentes de ingresos.
S&P destaca en su nota los "creíbles planes de crecimiento de BME, a través de la diversificación en renta fija, divisas y tráding de materias primas; su papel central en una de las economías más dinámicas de la eurozona; y su acreditada resistencia a la crisis financiera durante los últimos diez años”.
Las acciones de BME, que acumulan caídas del -1,4% en lo que llevamos de 2019, suben en la bolsa hoy un 0,65% hasta los 23,1 euros.