Biden toma el relevo a Trump. ¿Cómo se encuentran economía y mercados?  

Es un hecho que el crecimiento económico se está ralentizando en EEUU ya que el incremento de casos de Covid- 19 ha dado lugar a mayores restricciones en cuanto a distanciamiento social y a una disminución de la actividad económica. Una ralentización que se ha hecho evidente con datos como las peticiones iniciales de subsidio por desempleo – que la semana pasada subieron a su mayor nivel desde el pasado mes de agosto –  que han hecho que desde las gestoras vuelvan a sacar el gráfico de riesgo de recesión. Clearbridge Investment  es una de las gestoras que cree que en la importancia de centrarse en él según avanza 2021. 

Gráfico de riesgo de recesión

Un gráfico que muestra 12 indicadores que  analizan la salud de la economía estadounidense y la probabilidad de que haya una contracción  en base a tres ámbitos de deficiencias económicas en busca de alteraciones recesivas: la salud de los consumidores, la actividad comercial y la tensión financiera. “Actualmente los indicios generales muestran una expansión en color verde, al igual que 7 de los 12 indicadores subyacentes”, dice Jeffrey Schulze, CFA y  Director, estratega de inversión de la gestora.  Aunque hay otros indicadores en amarillo o rojo, gracias los indicios verdes generales del gráfico “creemos que el pequeño bache actual es solo eso y que la economía estadounidense debería ser capaz de resistir la tormenta del Covid -19 en invierno”. 

Una resistencia económica que se basa en las inyecciones monetarias y fiscales. Biden habló la semana pasada un plan de ayuda de 1,9 billones de dólares y todavía falta por ver el programa de inversión en infraestructuras y energías verdes. Unas inyecciones que deberían impulsar el gasto de los ingresos bajos y medios a comienzos de 2021 mientras que la recuperación de los ingresos más altos debería recuperarse en la última mitad del año, con la vuelta a la normalidad y el fin de las restricciones. Esto hace que para este ejercicio las previsiones apunten al mayor crecimiento del PIB desde el año 2000. “Tampoco se trata solo de un repunte único de los niveles mínimos registrados durante la gran ralentización de 2020, dado que se espera que el crecimiento para 2022 sea tan bueno como cualquier año posterior a 2004”, dice Schulze. 

Crecimiento del PIB en EEUU

Pero hay más factores que pueden impulsar la actividad: los consumidores han ahorrado más de 1 billón de dólares durante la pandemia debido a la combinación de los pagos mediante transferencia del gobierno y la imposibilidad de gastar. “Es probable que estos fondos se agoten durante el 2021, especialmente en el momento en el que se pueda volver a gastar cuando se consiga la inmunidad colectiva y se relajen las medidas de distanciamiento social”. 

El segundo factor podría ser el gran ciclo de reposición de existencias, dado que las existencias de EE. UU. se encuentran en el mismo nivel que en 2014 y a medida que se restaure la visibilidad y se siga recuperando la confianza de los empresarios, es probable que las empresas se preparen para volver a una condiciones más normales. Para evitar restricciones en la oferta, deberán reponer las existencias agotadas, lo cual debería impulsar la economía. Al igual que los consumidores, las empresas también han fortalecido sus balances generales durante la pandemia, pues se han acumulado aproximadamente 500.000 millones de exceso de efectivo entre las empresas del S&P 500. Es probable que este capital se destine, por ejemplo, a aumentar los niveles de existencias y los bienes de capital cuando la demanda aumente, así como los dividendos y las recompras.

Efectivo acumulado de las compañías


Algo que favorecerá a los mercados.  El S&P 500 Index está cotizando a unas ganancias futuras  22,5 veces mayores, esto hace que a muchos les preocupe que el mercado pueda estar sobrecalentando. Desde Clearbrigde reconocen la importancia de tener en cuenta que el incremento de los múltiplos de la renta variable es habitual durante las fases iniciales de una expansión económica. “Tras alcanzar los niveles mínimos de una recesión, la rentabilidad de los mercados tiende a depender de los múltiplos precio/beneficios durante el repunte inicial del mercado (que dura aproximadamente nueve meses), ya que los inversores prevén un repunte final de las ganancias. A medida que la recuperación avanza en los dos años siguientes, se produce la dinámica opuesta, y se produce una compresión múltiple a causa del mayor crecimiento de los beneficios”, asegura Jeffrey Schulze.

A pesar de las valoraciones, hay que aprovechar las correcciones para comprar

Dicho de otro modo, las ganancias suelen contribuir en más de un 100 % a la rentabilidad de las acciones durante esta segunda fase del repunte, y la disminución de la ratio PER se convierte en un ligero lastre para la rentabilidad. A medida que avancemos a lo largo de 2021 y, finalmente, hacia 2022, “creemos que se producirá la misma situación; no obstante, es posible que los múltiplos sigan siendo elevados en comparación con los datos históricos”

En su opinión resulta evidente que se han generado unos resultados económicos y de mercado duraderos, tras una subida del S&P 500 del 67,9 % desde los niveles mínimos y un repunte del 33,4 % del PIB durante el tercer trimestre. 

REtorno del S&P 500 en los últimos 20 años

Aunque mantienen su perspectiva positiva en cuanto a la renta variable para 2021, no sería extraño que se produjese un período de consolidación tras el gran cambio con respecto a los niveles mínimos de marzo. Algunos indicadores relativos a la actitud muestran altos niveles de optimismo, y el posicionamiento parece estirado. “El mes pasado, las ratios entre las opciones de venta y de compra alcanzaron niveles muy bajos, lo que indica una cobertura menor frente al retroceso. Del mismo modo, las ratios relativas a las actitudes alcistas y bajistas están muy por encima de tres según la encuesta de Investors Intelligence, un nivel coherente con el elevado optimismo que precedió a los retrocesos anteriores. Sin embargo, creemos que los retrocesos del próximo trimestre serán un punto de entrada atractivo para los inversores a largo plazo, dadas nuestras expectativas, según las cuales el crecimiento económico seguirá siendo sólido en los próximos años, lo cual debería favorecer el crecimiento de las ganancias e incrementar la renta variable”, concluye.