La firma recibió miles de millones de dólares del gobierno el año pasado para evitar su colapso. Los bonos se pagaron en cumplimiento de los contratos de esos ejecutivos.

La Cámara de Representantes ya ha aprobado una ley que aplica impuestos onerosos a esos bonos, y el Senado todavía no ha resuelto sobre un asunto. El presidente Barack Obama ha expresado reticencia a los impuestos especiales sobre esos bonos.

Se espera que, además de quejas sobre los bonos a los ejecutivos de empresas socorridas por el gobierno, los legisladores expresen a los dos funcionarios sus preocupaciones acerca de un nuevo plan lanzado por el gobierno de Obama para la adquisición de activos depreciados que están en los balances de bancos e instituciones financieras.