"Desde el punto de vista de la gobernanza, la actuación ha sido deficiente", expone el Banco de España, que responsabiliza al equipo directivo de sobrevalorar el ciclo expansivo con un exceso de posicionamiento en el sector inmobiliario tanto a través de financiación directa como de participaciones en empresas del sector. También asegura que el Consejo "no estableció los mecanismos necesarios para garantizar que recibía suficiente información de control de la cartera crediticia y, en general, del perfil de riesgo de la entidad" y no fue capaz de reaccionar "cuando el deterioro de la situación era ya manifiesto".

"Las áreas de gestión y control de riesgos han sido insuficientemente dotadas de medios, lo que acompañado de una fuerte relajación de los criterios de concesión ha desembocado en la situación actual, socavando de forma muy grave la solvencia y la viabilidad de la entidad", añade el informe. El supervisor destaca la "fuerte concentración" de la inversión crediticia de la entidad en el sector promotor-constructor, (que supera el 40% del total) y en determinados titulares, "especialmente con empresas de su propio grupo económico".

"Una parte de estas concentraciones se explica por la presencia de empresarios relacionados con el sector promotor que, financiados en su mayor parte por la Caja, participan conjuntamente con ella en inversiones y proyectos inmobiliarios", según el Banco de España. El informe pone además de manifiesto el rápido deterioro de la morosidad de la caja en el último año, al pasar de un 0,5% a un 5,1%, mientras que la tasa de cobertura para posibles insolvencias se ha reducido del 385% al 36%. Además, detalla que la mayor parte de la morosidad se concentra en la financiación a promotores y constructores, que supera el 9%.

El Banco de España realizó una inspección a CCM el año pasado y, "ante la frágil situación de la entidad", comenzó otra, que aún se mantiene, y de la que "previsiblemente" se derivarán ajustes del patrimonio neto que superarán los 600 millones de euros.

Según los resultados que la entidad presentó a la CECA, unas cuentas que en cualquier caso no son válidas porque no han sido auditadas, su patrimonio neto a cierre de 2008 ascendía a 894 millones de euros, cantidad que sufrirá una reducción importante como consecuencia de esos ajustes. De hecho, según reconoce el organismo, ese ajuste de al menos 600 millones de euros "empeorará sensiblemente" la solvencia de la entidad, que sin contar ese descuento presentaba una tasa del 7,2% al cierre del pasado año, por debajo del 8% exigido a las entidades.

A pesar de estas cifras, el gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, insistió la pasada semana en su comparecencia en el Congreso, en que la entidad es solvente. Según el informe, en la primera inspección que llevó a cabo el organismo en 2008, culminada en octubre, pidió a la caja un incremento de saneamientos y ajustes por valor de 441 millones de euros sobre las cuentas de 2007.

La entidad, además, tenía que aumentar sus dotaciones a provisiones específicas -las realizadas para cubrir créditos dudosos- en 245 millones, de los que 60 millones aún no se habían dotado a final de año. El organismo supervisor también constató un deterioro de instrumentos de capital de 196 millones a 30 de septiembre de 2008, dato que tampoco se incluyó en las cuentas de resultados del cierre del ejercicio anterior.

Asimismo, instó a la entidad a "reconducir su inestable estructura de financiación", reduciendo su dependencia de los mercados mayoristas, situación que tampoco ha mejorado ante la incapacidad de la caja de aumentar los depósitos de la clientela por encima del crecimiento de la inversión crediticia. El informe expone también que la situación de liquidez de CCM se había vuelto insostenible por la continua retirada de depósitos, con todas las vías de financiación interbancaria "prácticamente cerradas" por las rebaja de calificación de las agencias de medición de riesgos, lo que obligó a la entidad a pedir una provisión urgente de liquidez.