Por miedo a una recesión, la Fed bajó en tan sólo ocho días sus tipos de 4,25% a 3% y no descarta nuevas reducciones.Para Trichet, el peligro de que los precios suban por los aires es más importante que el miedo a una recesión en la zona euro. En enero, la inflación en la zona euro llegó a 3,2%, lo cual fortalece los argumentos del BCE.Los responsables políticos europeos no consideran necesario aplicar un plan de reactivación económica inspirado en la actitud estadounidense.Sin embargo,
el panorama es turbio: el Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo considerablemente su previsión de crecimiento mundial, la moneda europea gana terreno cada día frente al dólar, impulsada también por la diferencia entre los tipos de interés estadounidenses y europeos, lo cual pesa negativamente sobre las exportaciones, y la moral de los consumidores e industriales europeos no está en su mejor momento.Todo ello hace que tarde o temprano que la economía europea pagará el precio.Además, la reducción de las ventas al por menor en la zona euro en diciembre, anunciada el martes, echa más leña al fuego de los malos presagios.'Pensamos que el BCE se va a ver obligado a reconocer que el contexto es poco favorable y bajar los tipos antes de finales de año', indicó el banco Unicredit en un comunicado.La pregunta es cuándo
. Por ello, los mercados observarán con lupa las declaraciones de Trichet el jueves en la tradicional rueda de prensa posterior a la reunión del BCE.En ella, el responsable podría subrayar las preocupaciones del BCE sobre esta coyuntura negativa y comenzar un giro en la actitud de la institución que derivará en una flexibilización de las condiciones de crédito.Los economistas estiman que la primera reducción de los tipos europeos podría producirse en el segundo trimestre, probablemente en junio.Sin duda, el BCE esperará a marzo, cuando publicará las nuevas previsiones de crecimiento e inflación. Revisadas trimestralmente, estas perspectivas han servido normalmente de argumento para cualquier alteración en los tipos, concretamente para las subidas decididas desde diciembre de 2005.Los progresivos aumentos de estas tipos se vieron interrumpidos en agosto, cuando se produjo la crisis hipotecaria en Estados Unidos.Según Trichet, hace un mes, los expertos del BCE ni se planteaban la posibilidad de reducir los tipos de interés y sólo contemplaban como opción una nueva subida o la estabilidad. En esta reunión del jueves, el debate será sin duda más amplio y la posibilidad de bajar los tipos entrará ya entre los temas de discusión.