La banca está siendo uno de los sectores protagonistas de los últimos meses, con fuertes subidas en Bolsa al calor de unos tipos de interés al alza que les permite mejorar márgenes. Pero estas revalorizaciones vienen después de años de sequía, por lo que si se analizan las trayectorias bursátiles más a largo plazo, la foto fija puede variar.
En ese sentido, varios banqueros del IBEX 35 se enfrentarán en las próximas semanas al escrutinio de los accionistas para renovar sus mandatos. El caso más notable quizás es el de Ana Botín, al frente del mayor banco español desde hace nueve años.
Tras una amplia trayectoria profesional en la banca, incluyendo puestos en JP Morgan y las presidencias de Santander UK y Banesto, Ana Botín fue nombrada presidenta de Banco Santander en septiembre de 2014 tras el fallecimiento de su padre, Emilio Botín. Ajustada por dividendos, la acción del gigante bancario español se encontraba entonces en el entorno de los 5,20 euros, por encima de los 3,81 euros actuales.
No obstante, la trayectoria bursátil ha tenido muchos altibajos. Menos de un año después de su nombramiento, en abril de 2015, el Santander llegó a superar los 100.000 millones de euros de capitalización bursátil. Su valor actual en el parqué se sitúa en unos 65.000 millones, lo que se traduce en que se ha reducido en un tercio desde sus máximos. Por medio, la compra de alguna entidad en apuros como Banco Popular (2017) y una situación complicada para la banca ante un escenario de tipos negativos y de una economía que no ha terminado de arrancar.
No obstante, los analistas esperan que el banco pueda reverdecer viejos laureles en el largo plazo ahora que las subidas de tipos de los bancos centrales dan más juego para mejorar los márgenes. De hecho, se ha disparado ya un 36% en lo que va de año, y todavía tiene margen para recuperar más terreno: según los datos recogidos por Reuters, de media los analistas le dan una recomendación de ‘comprar’ al valor, con un precio objetivo de 4,5 euros que está un 18,3% por encima de la cotización actual.
En la junta de accionistas, que se celebrará el 31 de marzo, no solo se someterá a la renovación de su mandato Botín, sino que los accionistas deberán ratificar al nuevo CEO, Héctor Risi, que ocupa el puesto desde inicios de año.
Una semana antes, el 23 de marzo, se celebrará la junta de accionistas de Bankinter. En ella se someterá a votación la renovación de la consejera delegada María Dolores Dancausa, que llegó al cargo en octubre de 2010 en sustitución del recientemente fallecido Jaime Echegoyen.
La historia bursátil del banco en estos 12 años y medio es de éxito, incluyendo la salida a Bolsa de Linea Directa, la aseguradora que precisamente dirigía Dancausa antes de dar el salto a Bankinter. Cuando la banquera cogió el timón de la entidad, la acción se encontraba en el entorno de los 2 euros, y recientemente alcanzó nuevos máximos históricos en 6,85 euros.
El momento dulce de Bankinter es consecuencia de la fidelidad de sus accionistas, pero también de la de los expertos. En concreto, el consenso de las casas de análisis que recoge Reuters recomienda comprar acciones de Bankinter, a las que otorga un precio objetivo de 7,59 euros, que se traduce en un potencial de más del 11,8% a doce meses.
Solo el puesto de Dancausa deberá ser ratificado por los accionistas, mientras que el presidente Pedro Guerrero, sin poder ejecutivo, no finaliza su mandato hasta 2025.
Caso similar al de Gonzalo Gortázar, que el 30 de marzo deberá ser ratificado para otros cuatro años en su cargo de CEO de Caixabank, mientras que el presidente, José Ignacio Goirigolzarri, todavía tendrá que esperar un tiempo para someterse al examen de los accionistas tras su desembarco en 2021 procedente de la absorbida Bankia.
La absorción de la rescatada Bankia no solo es el hito más importante que ha acometido Caixabank con Gortázar al timón, sino que también ha hecho que, entre los accionistas que deberán dar su visto bueno al banquero, se encuentre el Estado mismo. Actualmente el FROB controla un 16% del capital, siendo el segundo mayor accionista tras la Fundación la Caixa (30%).
La cotización de Caixabank se encuentra actualmente en 4,10 euros, por los 3,4 euros (con el precio ajustado según los dividendos repartidos) a los que cotizaba cuando desembarcó Gortázar, en junio de 2014. Y de cara al futuro, Los expertos dan un potencial aproximado de un 12,4% a Caixabank, con un precio objetivo de 4,60 euros
Josep Oliu, más de dos décadas al frente del Sabadell
Un caso más difícil de cuantificar es el del veterano Josep Oliu, que se someterá a la renovación de su mandato como presidente de Banco Sabadell en la junta que se celebrará el 23 de marzo. El banquero catalán llegó a la presidencia en 1999, por lo que le ha dado tiempo a navegar tanto la expansión y burbuja económica que acompañó a la entrada del euro como a la grave crisis financiera de 2007 (y su derivada sobre el euro de 2012), así como las frustradas negociaciones para una fusión con BBVA en 2020.
En marzo de 2021, no obstante, su presidencia pasó a ser no ejecutiva, dejando el timón en manos del CEO César González-Bueno, si bien su influencia sigue siendo notable. Desde entonces, la acción del Sabadell casi ha triplicado su valor, pasando de 46 céntimos a 1,30 euros. Los analistas todavía le ven recorrido al alza a 12 meses vista, aunque limitado: sitúan el precio objetivo de media en 1,38 euros, casi un 6% por encima de la cotización actual.
