Los analistas habían esperado unas pérdidas de 570 millones de dólares

El beneficio antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización, o Ebitda, cayó un 82% con respecto al año anterior hasta 883 millones de dólares, con lo que también quedó por debajo de la previsión media de analistas, de US$984 millones. La cifra ha estado en línea con la previsión de la compañía, de 1.000 millones con una diferencia arriba o abajo del 15%.


Sin embargo, el grupo añadió que en el segundo trimestre espera que el Ebitda, un dato seguido de cerca por el mercado, suba a 1.200-1.500 millones de dólares por las expectativas de que los precios del acero aumenten en el segundo y tercer trimestres. 

La cifra de negocio se situó en 11.606 millones de euros (15.122 millones de dólares), lo que supone un descenso del 41,6% respecto al mismo periodo del año anterior.

El gigante anglo-indio achacó este retroceso a la "extrema" debilidad de la demanda de productos siderúrgicos en el primer trimestre del año, fruto de la crisis mundial, así como a una "acusada" caída de los precios, lo que motivo una "drástica" reducción de la producción.