González-Adalid renunció como consejero por considerarlo así en interés de la empresa y con el fin de evitar que se prolonguen situaciones de incertidumbre que pudieran ser perjudiciales para dicho interés.Con estos cambios, Llardén, que ya era consejero de Enagás, tendrá la condición de presidente ejecutivo con todas las facultades inherentes al cargo y ha pasado a tener la consideración de consejero ejecutivo a efectos del reglamento de organización y funcionamiento del consejo de administración de Enagás.