Hasta ahora, tanto la canciller, Angela Merkel, como su ministro de Finanzas, Peer Steinbrück, han rechazado categóricamente esta opción, aplicada en Estados Unidos y el Reino Unido, y han apostado por un modelo voluntario. El problema es que hasta ahora son muy pocos los bancos que se han acogido al modelo voluntario, básicamente el Commerzbank y el Hypo Real Estate, y el Gobierno teme que, de no cambiar radicalmente la situación, las empresas alemanas se queden en otoño sin los créditos que necesitan para mantener en vida sus negocios.