La inversión, bajo el programa de rescate 700.000 millones del Tesoro, o TARF, es mayor que la que recibirá cualquier otro banco, que inyectará hasta 250.000 millones de dólares de capital en ese sector para la compra de acciones preferentes e instrumentos financieros de varias empresas. Además, se comprarán hasta 70.000 millones en exposición a obligaciones de deuda garantizada, o CDO por sus siglas en inglés.


Adicionalmente, la
Fed acordó reducir la tasa de interés del crédito de AIG. Específicamente, la Fed rebajará la tasa de interés de la línea de crédito de AIG con el Banco de la Reserva Federal de Nueva York a la tasa de interés interbancaria de Londres (Libor) a tres meses más 300 puntos base desde la actual tasa Libor a tres meses más 850 puntos base.

Además, la comisión sobre los fondos no girados disminuirá significativamente a 75 puntos base respecto de los 850 puntos base, mientras que el plazo del crédito se amplió de dos a cinco años.

Cuentas trimestrales

Los resultados del tercer trimestre publicados el lunes por la mañana incluyen 7.050 millones de dólares en pérdidas no realizadas en AIG Financial Products, fuente de los canjes de incumplimiento crediticio y 18.310 millones en rebajas contables de inversiones, de los cuales 11.700 millones correspondían al programa de préstamos de valores de AIG.

En términos operativos, el negocio de seguros generales de AIG registró una pérdida debido a 1.390 millones en pérdidas por catástrofes, relacionadas principalmente con los huracanes Gustav y Ike, una caída en la ganancia por inversiones y las mayores pérdidas en United Guaranty. las primas netas de seguros generales cayeron un 0,8% a 11.730 millones de dólares.

Las ganancias por seguros de vida y servicios para la jubilación se redujeron en más de la mitad por los débiles resultados de fondos de inversión y sociedades.

Reestructuración del Plan

La reestructuración del plan de rescate es una admisión tácita de que el plan original, de 85.000 millones de dólares, anunciado en septiembre, combinado con una línea de crédito adicional de 37.800 millones que se le abrió a la aseguradora el mes pasado, no han sido suficientes para estabilizar a AIG. El gigante asegurador emplea a miles de personas en todo el mundo e influye de diversas maneras en el mundo financiero y empresarial de la economía global.

Estos cambios se dan después de una ola de críticas por parte de grandes accionistas al plan de rescate original que habría exigido que AIG vendiera rápidamente activos en un mercado en declive, mientras se habría visto obligada que pagar altas tasas de interés por sus préstamos.

Este plan también fracasó en resolver adecuadamente el principal desafío que enfrenta la aseguradora: una hemorragia de miles de millones de dólares en seguros contra la cesación de pagos y otros instrumentos financieros, a la vez que ofrecía colateral a contrapartes preocupadas. El presidente ejecutivo de AIG, Edward Liddy, nombrado a mediados de septiembre con el apoyo del gobierno, ha luchado para solucionar los problemas de la aseguradora bajo los términos del plan de rescate original.

La estructura revisada está diseñada para mejorar tanto la capacidad de AIG para vender activos por un precio decente como la habilidad del contribuyente para recuperar el dinero que ya se inyectó en la aseguradora. También transfiere al Estado muchos de los riesgos que antes eran absorbidos por AIG, potencialmente exponiendo al gobierno a pérdidas futuras de miles de millones de dólares.