La compañía precisó que pretende mantener su actividad sin interrupciones, y gracias a la flexibilidad de la protección de la ley de quiebras llevará a cabo un plan de reestructuración de su negocio. Asimismo, indicó que su filial canadiense también ha solicitado la protección de la ley de quiebras bajo la normativa de aquel país.
De acuerdo con la ley de quiebras de EEUU, el capítulo 11 permite a las empresas mantener su operativa al mismo tiempo que llevan a cabo la reestructuración de su plan financiero.
"Recientemente hemos adoptado medidas intensivas para superar el deterioro de nuestra posición de liquidez. La decisión de reestructurar el negocio a través del capítulo 11 debería proporcionarnos la oportunidad de fortalecer nuestro balance, crear una estructura de costes más eficiente y posicionar a la empresa para competir de manera más efectiva. Mientras tanto, nuestras tiendas continúan plenamente operativas", dijo James A. Marcum, vicepresidente de la compañía que actúa provisionalmente como presidente y consejero delegado.

