Las operaciones que salieron mal y el capital invertido en ellas no fueron detallados explícitamente con anterioridad. Sin embargo, en un informe trimestral reciente, AIG reflejó la exposición a operaciones especulativas sin entrar en detalles. Un portavoz de la aseguradora calificó las operaciones no como especulativas, sino como "instrumentos de protección de crédito" y aseguró que la exposición había sido totalmente desvelada.
La división financiera de AIG, que operaba más como una firma comercial de Wall Street que como una aseguradora tradicional, arriesgó miles de millones de dólares del dinero de la compañía en apuestas especulativas sobre la dirección que tomarían titulizaciones de activos hipotecarios y deuda corporativa. Ahora, AIG deberá ampliar capital para saldar sus deudas.
La deuda de 10.000 millones de dólares es especialmente preocupante porque los términos del paquete de rescate de 150.000 millones concedido a AIG no la cubren. La estructura de las operaciones que salieron mal genera dudas sobre cómo logrará la aseguradora los fondos necesarios para pagar sus deudas. La Reserva Federal, que prestó a AIG miles de millones de dólares para mantenerse a flote, no tiene planes inmediatos para ayudar a la compañía a afrontar dichas operaciones especulativas.

