“Sea o no en esta reunión, el anuncio del tapering es inminente”. Así de tajante se muestra Daniel Pingarrón, de IG Markets, ante el desenlace definitivo del encuentro que la Reserva Federal mantiene hoy y mañana. Y es que, para este experto la clave está en que: “Las bolsas no contarán en 2014 con el trillón de dólares americanos inyectado por la Fed en 2013, lo que constituye un cambio muy importante de cara al nuevo año bursátil”. Con todo, tal y como destaca este experto, la división entre los analistas es bastante evidente, “cuando lo más frecuente es que existan consensos mucho más amplios en las vísperas de este tipo de citas”.
Por ejemplo, según una encuesta elaborada por Bloomberg el pasado 6 de diciembre, el 34% de los economistas consultados apostaba porque la Fed comience a reducir sus compras de activos tras el encuentro de esta semana, frente al 17% que creía en este supuesto el 8 de noviembre. Sin embargo, un sondeo realizado por Reuters entre 66 economistas arroja el siguiente resultado: 32 esperan que la Fed actúe en marzo, mientras que 22 prevén que sea en enero y sólo 12 apuestan porque el tapering comience esta semana. Y, de los gestores preguntados por Bank of America Merrill Lynch, sólo un 11% considera también que será mañana.
Si hablamos de nombres propios: Goldman Sachs se apunta a la opción de que el tapering comience en marzo (ante la baja inflación); mientras que Bankinter adelanta su inicio a enero (ya que “empezar a retirar estímulos a finales de año, cuando mayores restricciones de liquidez hay, no tendría demasiado sentido”). Por su parte, Capital Economics cree que será esta semana (ante la fortaleza mostrada por el mercado laboral durante los últimos meses). Al mismo tiempo, Moody’s Analitics vuelve a emplazarnos a marzo (porque la Fed quiere asegurarse de que la mejora del crecimiento es real y no solo algo temporal). Finalmente, Mohamed El-Erian, de PIMCO, ha señalado hoy mismo: “Las probabilidades de que la reducción de compras de activos se produzca mañana están entre el 50% y el 60%; suben extraordinariamente para enero; y para marzo ya se da por hecho”.
Por otra parte, destaca Pingarrón, “tampoco está demasiado claro qué es lo que han descontado los mercados, existiendo además ciertas divergencias. Las bolsas de Wall Street se sitúan a una distancia cercana al 2% de sus máximos históricos; lo que indica un moderado respeto por la cita de mañana; mientras que las europeas más cíclicas, como el Ibex, se han mostrado mucho más temerosas a un posible cambio en la dinámica general del mercado causada por una reducción de los estímulos. El mercado de deuda americano, que es el que recogerá de forma más directa la decisión de la Fed, también muestra un comportamiento errático que podría recoger parcialmente la posibilidad del tapering. Otros activos, como el Dólar, cotizando en el entorno de 1,3750 en su cambio frente al Euro, apenas cotizan esta posibilidad”.
En su opinión, “aunque resulta muy aventurado inclinarse por una opción, el escenario que podría contar con más posibilidades pasaría porque la Fed no anuncie mañana ningún cambio en su programa de compras, siendo el discurso posterior de su presidente, Ben Bernanke, bastante coincidente con el de la última reunión, omitiendo información sobre posibles calendarios. Tras ésta, la opción alternativa más probable sería una reducción de sus compras en una cifra muy reducida (en el entorno de 5.000 millones de dólares), adelantando la salida del QE3 a cambio de aminorar el ritmo de reducción de las compras. Otras variables con menos posibilidades serían el mantenimiento de los estímulos acompañado de la presentación de un calendario de reducción concreto, o un recorte por encima de los 5.000 millones con efecto inmediato”.
¿QUÉ PIENSA LA FED?
Pasamos a analizar ahora las declaraciones de los miembros de la Reserva Federal realizadas en los últimos días. Jeffrey Lacker, presidente de la Fed de Richmond, ha comentado que la Reserva Federal debe fijar un calendario detallado para dejar de comprar deuda.
El presidente de la Fed de Filadelfia, Charles Plosser, consideró “bastante positivos” los datos de empleo, y prevé una tasa de crecimiento del PIB del 3% en 2014. También comentó que “sería sabio comenzar a reducir la QE3”.
La compra de activos por parte de la Reserva Federal debe ser recortada “a la primera oportunidad”, ha dicho Richard Fisher, presidente de la Fed de Dallas y que el próximo año será un miembro con derecho a voto dentro del FOMC (Comité de Mercado de la Fed que decide sobre política monetaria). En su opinión, la Fed debería publicar “un calendario bien definido y articulado”, con el objetivo de reducir a cero la actual política de compra de activos (85.000 millones de dólares mensuales en bonos del Tesoro y activos MBS).
Fisher ha criticado el argumento de la baja inflación en Estados Unidos para seguir comprando activos. “Ya tenemos suficiente potencial de inflación a largo plazo, que sin duda pondrá a prueba nuestra capacidad para gestionar la política monetaria en el futuro. No deseo añadir más leña a esa hoguera”, ha concluido.
“Un pequeño recorte (del programa de compra de activos) reconocería la mejora del mercado laboral, al mismo tiempo que permitiría (a la Fed) seguir monitorizando la inflación durante la primera parte de 2014”. Son las palabras de James Bullard, presidente de la Reserva Federal de St. Louis y uno de los miembros de la Fed con derecho a voto dentro del FOMC, el Comité de Mercado que decide sobre la política monetaria del banco central.
C.P.O./N.J./S.C.