Los virus retoman con mayor fuerza su actividad en otoño e invierno, y desde la OMS y la Unión Europea recomiendan que, sobre todo para los más vulnerables, ante el aumento de contagios de la Covid este invierno, se dispongan conjuntamente las dos vacunas. Y Pfizer ya se presenta dispuesta para las nuevas dosis. De hecho, en este año, entre su vacuna y el Paxlovid, la píldora de tratamiento de la Covid, espera ingresar unos 54.000 millones de dólares.
Sin embargo, ante la situación actual y conscientes de que los ingresos en este ámbito, al menos sobre el papel, irán disminuyendo, Pfizer sigue implementando su amplio porfolio de proyectos, ensayos, tratamientos y nuevas vacunas por llegar.
E incluso se encuentra con problemas por el camino. Hablamos de un nuevo estudio que indica que el Paxlovid puede interactuar en negativo con varios medicamentos recetados para los enfermos de corazón, pacientes con mayor riesgo de hospitalización y muerte por Covid-19. Mientras esta semana, una directiva de Pfizer en el Parlamento Europeo suscitaba la polémica al indicar que en 2020 no analizó su vacuna reducía el nivel de transmisión, sino su capacidad para evitar que se enfermara o muriera por el efecto del virus.
Más allá de ello acaba de presentar, junto con su socio alemán BioNTech datos preliminares positivos de su estudio en fase II/III sobre la seguridad, tolerancia y niveles de inmunogeneidad de su vacuna contra la Covid-19 bivalente adaptada a las variantes ómicron BA.4/BA.5.
En su gráfica de cotización vemos que el valor se mueve con avances del 1,3% en la semana precedente, con caídas del 6,9% en el último mes. En el trimestre los descensos alcanzan el 17,2% para el valor y, en lo que va de año, los recortes alcanzan el 24,4%.
Mientras comienza la habitual rivalidad del sector, que había quedado aparcada a cuenta de la llegada de la pandemia. En ese orden, comprobamos como GlaxoSmithKline y Pfizer mantienen su batalla a cuenta del RSV, un virus común, pero que puede causar enfermedades graves en ancianos, con neumonía y bronquiolitis. GSK acaba de presentar una efectividad del 82,6% en su vacuna para prevenir la enfermedad, frente al 66,7% que presentó Pfizer el pasado mes de agosto. Y con niveles mayores para el caso de tres o más síntomas. Esta semana se esperan los resultados íntegros de ambas compañías sobre sus fármacos contra el virus.
La compañía presentará sus resultados trimestrales el próximo 1 de noviembre, mientras los expertos del mercado valoran a la compañía en sus recomendaciones. Desde TipRanks, de los 12 analistas que recoge su consenso, 5 se decantan por comprar y 7 más por mantener el valor en cartera, mientras que su precio objetivo medio alcanza los 55,08 dólares por acción, con lo que les proyecta un potencial alcista a las acciones de Pfizer del 28,5%.
Desde SVB Leerink, rebajan, con recomendación neutral el precio objetivo de las acciones de Pfizer en el mercado, hasta los 48 desde los 50 dólares anteriores. De igual forma y con consejo de neutral Barclays, y en concreto su analista Carter Gould, se decanta por igual que el mercado con una reducción de su PO hasta los 44 dólares desde los 50 anteriores.
Desde Morgan Stanley Terence Flynn es el único, que, aunque se mantiene neutral frente al valor, eleva ligeramente su precio objetivo hasta los 50 dólares, desde los 49 anteriores.
El pasado viernes Goldman Sachs y su analista Chris Shibutani actualizaba su recomendación sobre el valor, mantiene neutral para sus acciones con un precio objetivo de 48 dólares, al entender que, si bien los resultados de GSK sobre la vacuna del virus respiratorio parecían mejores, hay especificidades todavía por determinar, mientras se espera que, esta misma semana ambas compañías presenten los resultados completos.
Los indicadores premium de Estrategias de Inversión colocan a Pfizer con una puntuación total, en modo bajista, de 1 sobre 10. Solo en positivo se mantiene el volumen de negocio, que es creciente a largo plazo. El resto, tendencia bajista del valor tanto a medio como a largo plazo, el momento total, tanto lento como rápido es negativo, volumen de negocio decreciente a medio plazo y se suma, la volatilidad en ambas vertientes, a medio y también a largo plazo, que es creciente.