Los inversores analizarán cada palabra que pronuncie Powell, el comunicado y el resumen de proyecciones económicas actualizado del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, en inglés). La reunión del banco central estadounidense comenzará mañana martes y finalizará el miércoles a última hora de la tarde (20 horas de la España peninsular). El jueves, el mercado volverá a estar pendiente del Banco de Inglaterra y el viernes la volatilidad está asegurada ya que habrá cuádruple vencimiento de los contratos de derivados sobre acciones e índices.
La Fed subirá los tipos de interés a corto plazo en 25 puntos básicos hasta el intervalo del 0,25% al 0,50% y dará por finalizado su programa de compra de activos en los mercados secundarios a pesar de la guerra de Ucrania. El organismo monetario descarta el escenario más restrictivo de una subida de 50 puntos básicos por el conflicto en el este de Europa, pero se adelanta al Banco Central Europeo (BCE) en la normalización monetaria debido a la alta inflación que arrastra la economía estadounidense y a la fortaleza de su mercado laboral.
El encarecimiento de los precios en Estados Unidos está lejos de estar controlado, al haberse situado en febrero en el 7,9%, su nivel más alto desde 1982. La guerra en Ucrania y las sanciones impuestas por los países occidentales a la economía rusa ha hecho que los precios de las materias primas energéticas, como el petróleo y el gas natural, repunten de forma virulenta y las perspectivas económicas sean más inciertas. El mercado descuenta, de hecho, un escenario de estanflación en Europa: inflación acompañada de recesión.
“Los fuertes datos de empleo en EEUU y sobre todo las tensiones en los precios, con niveles de inflación no vistos en mucho tiempo, siguen siendo los principales argumentos de la Reserva Federal para defender su política monetaria progresivamente más tensionadora. De esta manera, no esperamos que la principal autoridad monetaria norteamericana se desvíe del camino que ha ido marcando en sus últimas reuniones, y de aquí a fin de año es más que probable que veamos un total de seis subidas más, una por cada reunión, para finalizar el año en el rango 1,75%-2”, explica Cristina Gavín, responsable de renta fija y gestora de fondos de Ibercaja Gestión.
Una de las grandes incógnitas que debe despejar la Reserva Federal es la reducción de su balance, que al comienzo de año llevó a muchos inversores a rebalancear sus carteras ante el escenario más restrictivo posible. “La reducción del balance es, por tanto, una señal de confianza por parte de los bancos centrales de que lo peor ha pasado. Pero dado que la actual incertidumbre geopolítica pesa mucho sobre las condiciones financieras, cualquier reducción de la Fed podría ser más moderada de lo inicialmente previsto. Es muy probable que en la reunión de marzo obtengamos más información sobre cómo pretende la Fed diseñar la reducción de su balance”, menciona Christian Scherrmann, economista de DWS.
Al fin y al cabo son muchos años con el precio del dinero en negativo, casi desde la crisis financiera de 2008 y una reducción drástica del balance junto a una subida de tipos más dura de lo previsto por el mercado podría generar incluso en EEUU una ralentización de sus finanzas. El mercado valora incluso que no todos los elementos de la elevada inflación pueden ser controlados por la política monetaria.
“Las presiones sobre los precios provocadas por las interrupciones de la cadena de suministro mundial, por ejemplo, no desaparecerán ante una subida de tipos. Por lo tanto, por ahora, el objetivo principal de los bancos centrales debe ser controlar las expectativas de inflación, lo que depende de que los bancos centrales conserven la confianza de los ciudadanos en que aplicarán las políticas necesarias para estabilizar los precios. Unos tipos de interés demasiado bajos podrían sugerir a los mercados que la Fed no se toma suficientemente en serio su función de lucha contra la inflación. Por otro lado, unos tipos demasiado altos podrían afectar a las condiciones financieras”, añade Scherrmann.
El tono y las palabras que diga Powell en la rueda de prensa de este miércoles tras la reunión del FOMC serán especialmente relevantes en un momento de caídas en los mercados financieros y de una inflación que ya no es tan transitoria, como han tenido que reconocer los propios bancos centrales. “Se espera con cierta inquietud lo que manifiesten sobre el devenir de la economía estadounidense y sobre la posibilidad que tanto el impacto del conflicto de Ucrania y la retirada de estímulos monetarios pueda avocar a la economía de EEUU a una nueva recesión, escenario que, de momento, no contemplamos”, comenta Juan José Fernández-Figares, director de análisis de Link Securities.
Habrá que ver también la reacción de Wall Street a las decisiones de Powell este miércoles, especialmente en el dólar y en los bonos del Tesoro. Los índices bursátiles llegan a la cita en territorio de corrección, el Nasdaq incluso con tendencia bajista al descender un 20% desde su anterior máximo, y cualquier comentario clarificador será interpretado con tono comprador.
El Banco de Inglaterra también subirá tipos
Como la Reserva Federal, se espera que el Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra, que se reúne el jueves, suba sus tasas de interés de referencia en un cuarto de punto porcentual, hasta el 0,75%. “Los motivos para ello son similares a los del FOMC: una economía británica que de momento sigue creciendo a buen ritmo; un mercado de trabajo tensionado; y una inflación fuera de control. Igualmente será muy relevante lo que el comité tenga que decir sobre el potencial impacto de la guerra de Ucrania en la economía británica”, sentencia Fernández-Figares.