La institución estadounidense decidirá en relación a la causa argentina contra los fondos buitre, después de que la Corte de Apelaciones obligase al país latinoamericano a pagar el 100% de la deuda que contrae con los poseedores de bonos reestructurados.


El gobierno de Cristina Fernández, recurrió a la Corte Suprema con el objetivo de que el primer fallo de la justicia estadounidense se invirtiera. De hecho, en unas declaraciones una vez conocerse el fallo, la presidenta argentina señaló que sólo quedaba la “esperanza” de que dicho tribunal norteamericano sentenciase a su favor.
La Corte indicará las fechas exactas en las que se desarrollarán las vistas, que deberían desarrollarse antes del mes de junio del próximo año.

Sin embargo, antes del próximo 7 de octubre a más tardar, el organismo judicial debe decidir si rechaza el recurso argentino o lo tramita para abrir un proceso judicial. En este sentido, la posibilidad de que la Corte Suprema alargue la decisión es factible, dado que Argentina le presentará en un par de meses una segunda apelación.

Otro factor que se valora es que Argentina pueda establecer contactos con la Administración Obama para pedirle su opinión antes de determinar una posición concreta a la hora de afrontar el resto del proceso. El consenso de analistas considera que la Corte Suprema retrasará su decisión, pero no saben con exactitud lo que hará el gobierno estadounidense si le piden su opinión concreta y si intervendría a favor del país latinoamericano.