Google quiere lanzar el servicio de cuentas corrientes utilizando Google Pay y dar la oportunidad a los usuarios de utilizar las herramientas analíticas del gigante de Internet en sus productos bancarios.
Aunque lo es en muchas cosas, Google no será pionera en lanzarse al sector financiero, ya que otras empresas del sector tecnológico lo han hecho antes. Por ejemplo, Facebook, Apple, Amazon o Uber.
Es cierto que los medios que utilizan son diferentes y también lo es la manera en la que los gestionan, sin embargo, todas las empresas tecnológicas quieren ser parte fundamental de la vida de sus clientes. Por supuesto, para conseguirlo es necesario que cuenten con productos financieros.
Por ejemplo, las tarjetas de crédito de Amazon y sus préstamos empresariales pretenden impulsar aún más su división dedicada al comercio electrónico. Facebook Pay quiere completar la oferta de la red social y las tarjetas que ofrece Uber Money se pueden utilizar para pagar los viajes en sus coches. Mientras que Google y Apple tienen como objetivo que sus teléfonos inteligentes sean imprescindibles a la hora de efectuar pagos.
Sin olvidar, que ofrecer a sus usuarios medios de pago también permite a las compañías tecnológicas conocerlos mejor. Por ejemplo, averiguar qué productos adquieren de todos los que conocen a través de la publicidad.
¿Qué problemas puede traer que empresas tecnológicas como Google entren en el sector financiero?
Claro que los expertos ya han señalado algunos problemas que pueden conllevar estas acciones de las tecnológicas. Muchos temen que esta irrupción en el mundo de la banca traiga consigo nuevos problemas relacionados con la privacidad y la protección de datos, asuntos que han conllevado serias dificultades para algunas compañías de este sector.
Además, algunos expertos están preocupados por la supervisión de las operaciones que conlleva la banca online. Temen que no se estén controlando a pesar de que este tipo de entidades tengan cada vez más peso en comparación con las tradicionales.
En este sentido, estas empresas tecnológicas dedicadas al sector financiero empiezan ya a experimentar diferentes problemas. Por ejemplo, en estos días hemos conocido que el organismo público encargado de regular Wall Street ha comunicado que tiene la intención de investigar a Apple. La razón es que hay quien ha dicho que los algoritmos de su nueva tarjeta de crédito son sexistas.
Eso sí, hay que tener en cuenta que las compañías tecnológicas están poniendo de su parte para que estas nuevas acciones resulten exitosas. Por ejemplo, muchas de ellas están trabajando con bancos tradicionales. Quieren de esta forma intentar evitar sufrir problemas relacionados con su falta de experiencia en el sector.
¿Cómo entrará Google en el sector tecnológico?
Google ha comentado que sus socios en Estados Unidos empezarán a ofrecer sus cuentas corrientes a lo largo de este 2020. Entre todos ellos destaca Citigroup, se trata de la compañía más importante de servicios financieros en todo el mundo. De hecho, después de la Gran Depresión de 1929 fue la primera empresa estadounidense en contar con servicios combinados de seguros y bancas.
Al respecto de asociaciones como las comentadas, Google ha dicho lo siguiente: "Creemos que el conocimiento regulatorio y financiero de nuestros socios es un gran complemento a nuestra experiencia en la construcción de herramientas útiles y tecnología para nuestros usuarios".
Esta práctica es habitual entre las empresas tecnológicas que entran en el sector financiero. Por ejemplo, Amazon se unió en 2017 a JP Morgan Chase con el fin de lanzar su propia tarjeta de crédito.
Pero este tipo de acciones no se realizan solo en el país norteamericano. En China hace tiempo que las empresas tecnológicas entraron en el mundo de las finanzas. Su motivación fue el deseo de cubrir las carencias que en su opinión tenían las empresas tradicionales del sector y que consideraban que eran un obstáculos para algunos de sus negocios.
En Estados Unidos este tipo de necesidades no es tan importante y además el acceso a las tarjetas de crédito es sencillo. Hay que tener en cuenta que volviendo a China, los servicios de pago de empresas como Alibaba o Tencent representan un 16 % del PIB del país asiático. Sin embargo, en Estados Unidos esta cifra casi no llega al 1 %.
Se debe valorar que en China la empresa Tencent hace años que permite pagar con WeChat Pay, que funciona utilizando códigos QR. Este tipo de opciones para abonar tus compras se pueden encontrar en todo tipo de negocios. Para los expertos las tecnológicas se fijan cada vez más en el sector financiero porque creen que pueden ofrecer opciones interesantes a sus clientes. Hace pocas semanas Mark Zuckerberg, dueño de Facebook, recordó la dura competencia del mercado chino y aseguró que su empresa apoya la creación de una criptomoneda.
Según han ido las compañías tecnológicas empezando a utilizar las estrechas relaciones que mantienen con sus clientes, los bancos han reaccionado y buscan hacer frente a la amenaza que estas nuevas opciones representan para ellos. Para hacerlo están firmando acuerdos de colaboración.
Está claro que cuanto más entren las empresas tecnológicas en el sector financiero más en serio tendrá que tomarse la banca tradicional esta nueva competencia. Hay que tener en cuenta que estas compañías empiezan a ir mucho más allá de sacar una tarjeta de crédito, están creando productos cada vez más competitivos.
Estos cambios que estamos comentando supondrán que la banca tradicional comience a quedarse obsoleta frente a todas las innovaciones que pueden aportar las firmas tecnológicas más importantes. Incluso otras compañías tecnológicas más pequeñas podrían sufrir y mucho con la competencia que estas empresas serán para ellas. Está claro que no cuentan con los medios necesarios para competir con ellas.
Ahora solo queda comprobar cómo Google se siguen moviendo dentro del sector financiero.
Análisis técnico
Por análisis técnico, Google se encuentra en momento más que positivo. Con tendencia alcista en el medio y largo plazo, Google tiene todos sus parámetros en positivo a excepción del volumen a largo plazo y la volatilidad a medio plazo.