El VIX, indicador de volatilidad en el S&P 500 que se conoce como la “medida del miedo”, ha cerrado en mínimos desde enero de 2007, pero aunque puede ser un indicio de complacencia, los expertos no parecen estar asustados.

En primer lugar, Moby Waller, analista y gestor de carteras de ETF TRADR, afirma que hay razones lógicas por las que el VIX se encuentra en niveles tan bajos (cerró ayer en los 11,58 puntos) y “no es necesariamente una garantía de la opinión contraria que la renta variable está a punto de hundirse”.

Explica que la lectura actual del VIX implica que el S&P podría subir o bajar un 11% en las próximas 52 meses, “algo que parece lógico desde una perspectiva de sentido común, dado que hemos vistos movimientos netos superiores al 20% en 2012 y 2013 y hemos visto volatilidad en ambas direcciones durante 2014”.

No obstante, Waller insiste en que, a pesar de la necesidad de vigilar el VIX como un factor y posible fuente de preocupación, prefiere no luchar contra un mercado que sigue marcando nuevos máximos históricos.

Mark Hulbert, fundador del Hulbert Financial Digest y colaborador de MarketWatch, también comparte esta idea en un mercado “aburrido”. Hulbert coteja las pruebas con los datos del VIX y afirma que no hay correlación entre sus niveles y el siguiente resultado de la renta variable.

La media de la “medida de miedo” son los 18,38 y Hubert analiza la rentabilidad del S&P 500 para el próximo mes, trimestre, seis meses y año cuando el VIX está por encima o por debajo de este nivel. Descubre entonces que el retorno en ambos casos es casi lo mismo, por lo que concluye que “no es el momento de ponerse corto ante este mercado aburrido”.

J.M.