Lo que daríamos en este momento por tener una bola de cristal fiable que nos indicase si Estados Unidos entrará o no en recesión. Es la gran pregunta, al menos sin respuesta de momento, por la que todo pasa en estos momentos en Wall Street. Pero estas ventas a pánico que hemos visto, seguidas de rebotes de consideración, con un mercado bursátil con maxi reacciones, incluso para valores con buenas perspectivas, resultados y fundamentales, que no discrimina en sus recortes.
El miedo es libre y es lo que está marcando la pauta en Wall Street y muchos se preguntan si, tras librarse del mercado bajista su indicador de referencia durante la última semana, el S&P 500, estamos entrando en una nueva etapa, con lo peor que ya haya pasado y con la idea de pensar en el futuro con algunos valores a precios de derribo.
Nadie se atreve a dar el pistoletazo de salida y esta semana, con las jornadas que nos quedan por delante nos puede dar pistas sobre si hemos tocado suelo. En especial con valores como Apple, una de las apuestas en tecnología, siempre que el sector, claro, se estabilice en el mercado. Apple, una de las apuestas en tecnología, siempre que el sector, claro, se estabilice en el mercado.
A favor, nos encontramos con sus buenos resultados, que dejaron un buen sabor de boca y con que, a pesar de entrar en mercado bajista frente al S&P, sigue implementando una mejor trayectoria que el resto de sus homólogas tech en el mercado. Sin embargo, entre los argumentos en contra, nos encontramos con que los analistas empiezan a encontrar que a los inversores – y a los indicadores por su peso en Wall Street- les influye mucho su marcha, lo que puede alterar, especialmente a la baja la evolución el valor.
En su gráfica de cotización vemos que Apple recorta un 5% en las últimas cinco sesiones bursátiles, un 12,4% es el descenso que acumula en el último mes mientras que, en los tres meses precedentes, alcanza el 14,3% con unas caídas que siguen produciéndose en el año hasta el 18,6%.
También en contra sus problemas latentes en China con el cambio de fábricas para ensamblar los iPhones y otros productos de la marca, que, por ejemplo, han llevado a Foxconn a marcar un trimestre de ensueño para su firma, al sortear los cierres y aumentar el volumen de trabajo. Pero esto supone costes financieros añadidos para Apple, lo que podría impactar en sus próximas cuentas trimestrales.
Y también el resto de los problemas habituales: inflación, guerra de Rusia en Ucrania, cadena de suministro con posibles bloqueos y sobre todo los tipos, que, aunque cuentan ya con una dinámica establecida por la FED y adelantada por Jerome Powell, su presidente, podría tornarse a más agresiva, si finalmente la inflación no se desinfla como se espera, tal y como ha ocurrido en el último mes.
En cuanto a recomendaciones desde TipRanks se indica que de los 26 analistas que siguen el valor, 20 se decantan por comprar y 6 más por mantener con precio objetivo medio de 189,40 dólares por acción, lo que le deja un potencial alcista al valor del 31%.
Y dos cosas más: el hecho de que hace casi una semana Aramco se hiciera de nuevo con el trono de la empresa más capitalizada del mundo, por las caídas de Apple que han reducido su capitalización y el año de ensueño que vive la petrolera saudí a cuenta del incremento del precio del crudo, representa la situación real de los activos en Wall Street.
Mientras Apple sigue con sus problemas internos a cuenta del teletrabajo. En general está siendo una constante en las empresas tecnológicas: los empleados no quieren volver a la oficina y la empresa se lo exige. Solo en los últimos tiempos cuando vuelven niveles punta en los contagios de Covid, se opta por el empleo remoto de forma más importante y no con tres días presenciales en la sede de Cupertino.