Hasta hace un par de días, BME
parecía haber caído en el letargo, como otras grandes promesas del Ibex 35 (Telefónica, Inditex…). Llevaba un par de meses muy lateral, pero en los últimos días, y al calor de sus cuentas trimestrales, firmó su mejor semana bursátil, con una revalorización del 12%
y marcando nuevos máximos en los 32,72 euros.

Parece que a los inversores les convencieron las cuentas del primer trimestre presentadas por la compañía el pasado miércoles. En ellas BME mostró que hasta marzo había incrementado su beneficio neto un 27,9% respecto al mismo trimestre del año 2013, hasta los 42,2 millones de euros. Este era el tercer trimestre consecutivo en el que incrementaba sus cifras, una buena noticia, no sólo para los inversores en cuanto al respaldo de la cotización por los fundamentales, sino también porque la mejora de las cuentas repercutirá que siga aumentando el dividendo. Como declaraba en una entrevista a Estrategiasdeinversion.com su director general Javier Hernani, “el dividendo crecerá en la medida en que lo haga el resultado”. De hecho, en la junta de accionistas que BME celebró también el viernes, se aprobó el aumento en cinco céntimos del dividendo complementario hasta los 0,65 euros por título. Así la compañía se mantiene fiel a su distintivo de ser la cotizada que mayor payout tiene de nuestro mercado. En concreto, destina el 96% de sus ganancias a la retribución al accionista. A pesar del elevado payout, desde Renta 4 consideran que es sostenible.

De hecho, los expertos de Selfbank, barajan que el dividendo con cargo a las cuentas de 2014 se eleve a 1,70 euros y el de 2015 a 1,75 euros por título.

Ahora bien, hay que recordar que los accionistas este año no recibirán el tradicional dividendo extraordinario con el que la compañía los venía premiando las últimas cuatro primaveras. Este dividendo ascendía a 0,372 euros por acción y se solía abonar en los meses de mayo o junio. La decisión de suspenderlo es por motivos de prudencia de cara a cumplir con el capital regulatorio adecuado para su nivel de operaciones pero, “una vez se defina el capital regulatorio (en unos 8 meses, hacia finales de 2014), no descartamos que se pueda volver a retomar el pago de un dividendo extraordinario”, indica Natalia Aguirre, directora de análisis de Renta 4.

PRONÓSTICO DE BENEFICIOS Y DIVIDENDO:
BME DIVIDENDO Y BENEFICIOS

Fuente: Selfbank

A parte de las exigencias regulatorias, BME también tendrá que enfrentarse a otra incertidumbre en los próximos meses: la imposición de la Tasa Tobin. Parece que este canon podría instaurarse a partir de 2015 para gravar las transacciones financieras y, por esta misma razón, podría conllevar una caída del volumen de negociación. Esto sería un duro golpe para BME, que ha visto cómo los volúmenes negociados mejoraban en los últimos trimestres consecutivamente “gracias a la vuelta de la confianza inversora hacia España, reflejada en la vuelta de los inversores internacionales a bolsa y deuda española, mayor diversificación hacia valores pequeños y medianos, lo que se traduce en un incremento del 78% en el número de negociaciones en el primer trimestre”, indican desde Renta 4. Sin embargo, esta casa considera que es difícil calcular el impacto que podría tener en la operadora de mercado la Tasa Tobin porque aún no se han definido los activos que grabará. Algunos expertos barajan que podría suponer una rebaja del precio objetivo de BME entre un 5% y un 8% (precio objetivo actual 27,50 euros) ya que, según los analistas de Banco Sabadell, “el volumen negociado podría reducirse un 5%”.

Lo que sí parece una incertidumbre superada en la salida de algunos accionistas de relevancia, pues en los últimos meses ya hemos asistido a la venta de las participaciones que se consideraban más dudosas, como la del Banco de España (5,335% del capital) y Caixabank (5,01% del capital. Además, estas salidas podrían ser hasta beneficiosas para BME, pues podrían desplegar una alfombra roja para que llegue la esperada OPA sobre el operador español. 

PRINCIPALES ACCIONISTAS:
BME ACCIONISTAS

Fuente: Selfbank

Técnicamente, desde los 12 euros en los que BME hizo suelo en 2012, no ha parado de subir, e incluso aceleró su tendencia alcista en junio del año pasado. Sin embargo, al comenzar el año su cotización se lateralizó, lo que le ha servido para consolidar los avances de los dos últimos años y romper nuevos máximos. Ahora, las acciones de BME se sitúan en subida libre tras cerrar el viernes en los 32,72 euros.

Ahora bien, no serían descartables descensos a corto plazo para digerir también las recientes alzas de BME, pues sería lo más sano después de que en las dos últimas sesiones haya dibujado dos velas de cuerpo muy amplio y haya cerrado prácticamente en la parte alta de dichas velas con el respaldo de un alto volumen. A corto plazo, el soporte inmediato lo tiene en los máximos de enero, en los 30,50 euros y, mientras no pierda los 30 enteros, la directriz alcista que guía sus avances desde agosto seguirá intacta.  (Ver: Si la bolsa sube, ¿le seguirá BME?)

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