Sorpresivamente, durante la última presentación de resultados, el director financiero de Repsol, Miguel Martínez, dejaba abierta la puerta a salirse de Gas Natural. Actualmente la petrolera tiene un 30% de la gasista, lo que le convierte en el segundo accionista, sólo por debajo de CaixaBank (con un 36%).
Actualmente esta participación le reporta una rentabilidad del 6,5%, pero el gas licuado dejó de ser estratégico para Repsol después de que vendiera sus activos de GNL a Shell por 5.000 millones. Pero, ¿qué supondría la venta de esta participación? según los últimos resultados, la aportación de Gas Natural al beneficio neto recurrente de Repsol ha aumentado en el primer semestre frente al año anterior, del 45% al 47%, 492 millones. Además, anualmente le reporta cerca de 300 millones en concepto de dividendos. Repsol podría cambiar estos ingresos recurrentes por liquidez deshaciéndose de su participación. No se ha hablado de precios a los que Repsol vendería sus acciones pero, a la cotización actual de Gas Natural, dicha participación estaría valorada en 4.813 millones.


Cada vez toma más cuerpo esta salida de Repsol del accionariado de Gas Natural y, a su vez, se baraja a Sonatrach como sustituto para ocupar el hueco que deje la compañía presidida por Brufau. La argelina, que ya cuenta con un 4% de la gasista, podría llegar a tener un una tercera parte de Gas Natural, lo que le convertiría en el segundo mayor accionista, sólo por detrás de La Caixa que posee el 34,95%.

Los títulos de Gas Natural experimentan una caída del 2,54% hasta los 14,41 euros y, desde BNP Paribas consideran que seguirá cayendo mientras se mantenga por debajo de la resistencia de los 15,3 euros. Además, el RSI se sitúa por debajo de 50 y el MACD es negativo, lo que confirma su tendencia bajista de corto plazo.