Ahora, el BCE está dispuesto a canjear estos bonos griegos por otros del fondo de rescate de la UE. A diferencia de los acreedores privados, el órgano presidido por Mario Draghi no asumiría ninguna pérdida, pero sí renunciaría a los potenciales beneficios de mantenerlos hasta su vencimiento.

A su vez, el fondo de rescate revendería los bonos a Grecia al mismo precio que pagó al BCE. Esta concesión del BCE podría reducir la deuda helena en 11.000 millones de euros, según el WSJ, lo que ayudaría a cubrir la brecha detectada en el segundo rescate a Atenas que preparan la UE y el FMI.

Este canje se produciría siempre y cuando se cierre el acuerdo hoy entre los partidos de la coalición de Gobierno y la 'troika', según estas informaciones. Así, se mete más presión en las negociaciones que se celebran esta mañana en Atenas, que ayer vivió una jornada de huelga general.

En función del resultado de las negociaciones, el presidente del Eurogrupo,Jean-Claude Juncker, decidirá esta noche si mañana celebra una reunión de ministros de Finanzas de la región.

El segundo plan de ayuda asciende a 130.000 millones de euros y se suma a los 100.000 millones que la banca está dispuesta a perdonar a Grecia (la mitad de la deuda en manos privadas).

El empeoramiento de la situación económica ha provocado que el coste de reducir la deuda griega del 160% actual al 120% del PIB en 2020 -el objetivo pactado por los líderes europeos- aumente en entre 10.000 y 15.000 millones adicionales, que se podrían cubrir con la contribución del BCE.

Nuevo carácter del BCE
Esta concesión es otro signo más de la personalidad del nuevo mandato en el BCE. Mario Draghi, que asumió la presidencia del BCE el 1 de noviembre ha dado pasos que separan al organismo de la ortodoxia pasada, como la barra libre para los bancos que se produjo en diciembre pasado, que supuso la inyección de casi medio billón de euros para las endidades europeas al 1%.

¿En qué situación están las negociaciones?
Tras varios retrasos, a partir de las 11.00 horas GMT (12.00 horas en la Península Ibérica) de hoy, el primer ministro heleno, Lukas Papadimos, se reúne con los líderes políticos de los tres partidos que sustentan su Gobierno de unidad nacional, en un último intento de llegar a un acuerdo con la 'troika'.

La 'troika' exige a Grecia recortes adicionales por valor de alrededor de 3.000 millones de euros, pero todavía no se ha alcanzado un acuerdo total sobre dónde se realizarán los ajustes. Los líderes helenos ya han aceptado recortar de inmediato 15.000 puestos de trabajo en el sector público y rebajar un 20% el salario mínimo, y a cambio han logrado que la UE y el FMI permitan que se mantengan dos pagas extra en el sector privado.

Uno de los escollos que ha surgido a última hora en las negociaciones es la solicitud de los acreedores de Atenas de rebajar también las pensiones mínimas, según informa la prensa griega.

Sin préstamo y sin quita, Grecia se encaminaría hacia la bancarrota el próximo 20 de marzo, cuando debe desembolsar 14.400 millones de euros en vencimientos de deuda, de los que ahora mismo carece.