En una nota enviada a sus clientes, Koesterich afirma que “a pesar de la continua mejora del mercado de trabajo y la caída de los precios de la gasolina, los consumidores no han abierto sus carteras.” Recuerda que la cifra de crecimiento de las ventas minoristas del 1,4% es la más baja desde 2009.

ventas minoristas


Pero, ¿por qué se ha producido esta caída? Según el gestor de BlackRock la principal razón es la evolución de los salarios. “Un mayor ingreso de los hogares sería un acicate para el crecimiento del consumo, pero hasta el momento los signos de mejora de los sueldos siguen siendo dudosos”. Pero, en cualquier caso, Koesterich dice que “incluso aunque aceleraran los salarios, los consumidores no van a recuperar sus antiguos hábitos de consumo”
.

Apunta el experto que entre 1945 y 2007 la deuda de las familias crecía anualmente a una tasa del 9%, muy por encima del incremento de los ingresos. “Esta tendencia que explotó en 2007 representa un gran peso para el gasto de los hogares en la actualidad”. Concreta Koesterich que históricamente el consumo de los hogares se ha incrementado un 0,2% por cada punto porcentual que se incrementaba la deuda de las familias”.

Desde que se acabó la recesión en el país, la deuda de los hogares ha crecido a un ritmo mucho más lento, menos de un 1% por año. “Yendo más allá, no está claro que las familias mayores y sin deudas puedan pedir dinero al mismo rimo que lo hacían antes de la crisis”, dice el experto.

Por eso Koesterich afirma que “incluso si suben los sueldos, los consumidores no tendrán el empuje para el consumo que le daba la deuda hasta la crisis”.

En su opinión “el consumo es lo que apoya el crecimiento económico y por eso hay algunas implicaciones para los mercados si los consumidores gastan menos. Entre otros, un modesto crecimiento, los tipos de interés estarán bajos por más tiempo”.

A los inversores de renta variable el experto de BlackRock le recomienda ser selectivo cuando compre acciones ligadas al consumo, ya que los minoristas se van a enfrentar a una dura batalla por ganar cuota de mercado y del dinero de los consumidores. Por eso es interesante mirar a otras partes del mercado como la tecnología, menos dependiente de las tendencias de consumo de las familias.

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