No sorprende, viendo el listado de compañías que componen el Ibex35, que las compañías que tienen un PER más elevado son aquellas que han experimentado una subida vertiginosa en los últimos meses. A saber, Banco Sabadell, Inditex, Caixabank o Jazztel...compañías que acumulan fuertes subidas en los últimos doce meses pero ¿y si miramos al lado contrario? Las compañías con el PER más bajo de la bolsa española pertenecen, en su mayoría, al sector energético. Iberdrola, REE, Enagás, Gas Natural y entremedias, OHL. Algo que puede significar bien que la acción está infravalorada y que su cotización podría aumentar a corto plazo o por el contrario, que los beneficios irán descendiendo en los próximos ejercicios.

PER más bajo del Ibex 35
PER más bajo de las compañías españolas


Vayamos compañía por partes. OHL. Tres virtudes destacábamos recientemente en el informe “Constructoras, la apuesta alcista de la recuperación”, sobre el valor: “la diversificación que acometió desde un principio hacia las concesiones de infraestructuras y servicios de agua, permaneciendo fuera de energía y utilities; que se convirtió en la primera en salir fuera de España; y la 3ª virtud es que se posicionó en una actividad de alta generación de valor, como son las concesiones de autopistas en emergentes, en países como Brasil y México”. Variables que le han hecho marcar sus máximos históricos, en los 31.30 euros.

El valor “es un título alcista en el corto/medio plazo. Sigue con buen aspecto por lo que se podrían mantener posiciones”, reconoce David Galán, director de análisis de Bolsa General. El primer nivel de soporte “clave en el medio plazo estaría en los 27,10 euros y posteriormente en los 25,90 euros”. Mientras esté por encima de estos niveles, la estructura alcista seguirá en marcha.

Gráfico OHL. Fuente: Factset

Gráfico evolución histórica OHL




Y si nos adentramos en el sector energético…

Iberdrola. Firmó los nueve primeros meses del año con un beneficio de 2274 millones de euros, lo que supuso un 3% menos que en el mismo período de 2012. Las medidas regulatorias en España y Reino Unido pesaron, y