El hecho de que la paridad del poder adquisitivo haga referencia únicamente a las relaciones bilaterales entre dos monedas supone que ésta medida pueda ser utilizada únicamente para analizar la situación de una divisa con respecto a otra, pero no la situación global de la divisa de un país.

No cabe duda de que este análisis impone un elevado número de restricciones en cuanto a paridad de poderes adquisitivos. Por tanto, si resultaba difícil el cumplimiento de la PPA entre dos monedas consideradas individualmente, este requisito sería aún más complejo en un contexto multilateral. Sin embargo, la PPA multilateral en el fondo resulta menos restrictiva, en tanto que los tipos de cambio bilaterales podrían compensarse unos con otros. De tal forma que si unos se encuentran sobrevalorados respecto a su paridad y otros infravalorados, la situación agregada puede resultar en un mantenimiento estable de la PPA global de la divisa analizada con respecto al resto de países.

El tipo de cambio efectivo real (TCER) permite analizar el cumplimiento de la PPA multilateral. El TCER mide la evolución del tipo de cambio de la moneda de un país con respecto a las de los países con los que comercia, ponderando cada una de ellas por el peso que tiene en el comercio exterior del país en cuestión, y considerando el diferencial medio ponderado de la inflación entre el país local y los extranjeros.

Dado que el TCER es el producto entre cotización nominal de la divisa y precios relativos del país frente al exterior, una elevación del TCER supone una pérdida de competitividad de los productos de un país frente al exterior, en la medida en que la pérdida de valoración de su divisa no compense el mayor incremento de los precios en el país.