Ha desaparecido la posibilidad de la modificación de la reforma fiscal.

Se ha descartado el éxito de una posible moción de censura de la gestión de Trump.

El resultado permitirá frenar la guerra comercial iniciada por Trump, porque ya no contará con el apoyo del Congreso y, en consecuencia, tendrá que buscar acuerdos para impulsar el crecimiento económico. Pensemos que el FED seguirá con su proceso de subida de los tipos de interés porque el S&P 500 parece haberse mantenido por encima de 2.600, lo que supondrá un freno para la economía y Trump no va a ser capaz de parar a Powell, por lo que los acuerdos con los demócratas van a ser necesarios.

Obviamente el resultado electoral supondrá un cambio en la actitud de Trump.

Es probable que adopte una actitud algo más conciliadora, y esa conducta favorecería a las bolsas.

En este sentido las palabras pronunciadas ayer por Trump parecen sugerir que optará por la vía de alcanzar acuerdos en lugar de la agresividad verbal.

Concretamente dijo: “Hopefully we can all work together next year to continue delivering for the American people, including on economic growth, infrastructure, trade, lowering the cost of prescription drugs." Y añadió: “The Democrats will come to us with a plan for infrastructure, a plan for healthcare, a plan for whatever they're looking at and we'll negotiate."

Desde un punto de vista estacional nos encontramos en el mes de noviembre, que suele ser alcista y con los programas de recompra de acciones a toda máquina.  Un Congreso de los EEUU dividido históricamente también ha sido alcista para las bolsas.

Tras confirmarse la mayoría de los demócratas en la Cámara de Representantes, el dólar ha retrocedido pero las bolsas han subido.

El "euro/dólar" ha marcado un máximo en 1,15, justo por debajo de la primera zona de resistencia significativa que podemos situar en torno a 1,154. Por lo tanto, al no ser capaz, al menos por el momento, de superar esa zona de resistencia deberíamos considerar que su tendencia a corto plazo sigue siendo bajista.

Desde un punto de vista técnico es preciso tener en cuenta que el Dow, el S&P 500 y el NASDAQ 100 cerraron por encima de sus zonas de resistencia significativas.

El S&P 500 cerró por encima de 2.795, parte superior de la zona de resistencia que habíamos establecido como decisiva para abandonar la predisposición bajista.

Este hecho nos hace considerar como escenario más probable que en torno a 2.600 se formó un importante suelo y que ahora lo más probable es que el S&P 500 intente dirigirse al 2.890-2.870.

Sólo hay una pequeña pega:  los índices han conseguido superar sus zonas de resistencia con bajos volúmenes de negocio, la sesión del martes fue otro día en el que el volumen negociado fue relativamente bajo. Es probable que el tramo al alza desplegado desde los mínimos de octubre se haya apoyado en la cancelación de posiciones cortas, más que en la entrada de dinero fresco.

El sector de cuidados de salud, tecnológicas y consumo cíclico son los que lideraron el movimiento al alza del martes.

Apple rebotó en la zona de soporte de los 198 y ha cerrado con una subida de más del 4% respecto de los mínimos de la sesión. Esta vuelta en un día es un signo de formación de suelo.

Y la estructura de los futuros sobre el VIX dejó de presentar pendiente negativa, con lo que ha revertido el cotango.

Es cierto que ahora todo el mundo será alcista y, cuando eso sucede, las bolsas suelen corregir parte de la subida. Ahora bien, a pesar de que se produzca alguna corrección a corto plazo, mientras el S&P 500 se mantenga por encima de 2.770.

Las bolsas europeas abrieron al alza y consiguieron mantener el tono positivo al cierre.

Por lo tanto, vamos a seguir considerando como escenario más probable que el IBEX se dirija al 9.300 y el DAX al 11.800.