El mercado ha descontado que el FED no subirá los tipos de interés en 2019, al menos durante el primer semestre. Y en el segundo semestre, Powell se lo pensará dos veces antes de hacerlo.

La agresividad del FED llevó a los inversores en el último trimestre del 2018 a considerar que la caída en recesión estaba muy próxima.

Ahora bien, tras la reacción al alza del S&P 500 después de la ya conocida como la "masacre de la Nochebuena", resulta que lo más probable es que los inversores hayan ido demasiado lejos al considerar que la economía global estaba al borde de la recesión.

Ese pesimismo acerca de la economía global, me lleva a pensar que los inversores se verían sorprendidos si recibieran buenas noticias del lado macroeconómico. Esa es la clave para que las bolsas reaccionan al alza, que los inversores se vean sorprendidos con noticias positivas, pero que no sean tan buenas como para que el FED vuelva a las andadas.

El riesgo al que se enfrentan los inversores que están abriendo posiciones largas en estos momentos es que el FED suba los tipos antes de lo esperado y a cualquier tropiezo político de Trump (techo de deuda en 3-2019 y aprobación de los presupuestos en 9-2019).

A la hora de tratar de anticipar el momento en el que el FED vuelva a subir los tipos, se suele tener en cuenta el comportamiento de la rentabilidad de los bonos del gobierno de los EEUU a 5 años.

Si el FED se volviera más estricta las bolsas caerían y la curva de tipos se aplanaría. Por el contrario, si no lo hiciera, las bolsas podrían subir y la curva de tipos presentaría pendiente positiva.

El escenario más probable es que el FED se comporte de forma moderada durante el 2019 por dos razones: porque muy probablemente ha ido demasiado lejos en el proceso de subida de tipos y porque la economía del mundo se enfrenta a la “stuckflation”. Y que la economía de los EEUU no entre en recesión.

Un Powell más paciente favorece el movimiento al alza de las bolsas estadounidenses, de los emergentes y de los bonos de alto rendimiento.

Por lo que hace referencia a corto plazo, del comportamiento experimentado por las bolsas durante la semana pasada se deduce que lo más probable es que tanto el DAX, como el IBEX y el S&P 500 continúen con su movimiento al alza.

En el caso del DAX y del IBEX pudimos observar como el viernes superaron sus máximos de enero. Incluso el IBEX dejó un hueco al alza.