El S&P 500 intentó de nuevo superar la resistencia de la zona 2.750, pero no fue capaz de hacerlo, se giró a la baja y perforó los mínimos de la sesión del martes. Es una muestra de la debilidad subyacente.
Apple y Goldman Sachs continuaron con una clara presión vendedora. El sector bancario acentuó sus pérdidas.
La tendencia bajista sigue intacta y, por lo tanto, es probable que el S&P 500 se encamine a la zona de los 2.600-2.550.
A muy corto plazo, tomaremos como primera zona de resistencia significativa del S&P 500 2.725, bajándola desde el 2.750. Mientras el S&P 500 se mantenga por debajo de ese nivel nuestra predisposición seguirá siendo bajista a corto plazo.
El precio del petróleo experimentó un ligero rebote, pero su tendencia sigue siendo bajista.
La rentabilidad de las notas a 5 años cerró por debajo del 3%. El mercado de bonos está descontando menores presiones inflacionistas y una repentina desaceleración de la economía de los EEUU.
La actividad económica global está acentuando su debilidad. La de Alemania se contrajo en el tercer trimestre de 2018 en 0,2 puntos porcentuales.
Justo cuando el BCE se preparaba para concluir su programa de recompra de bonos, se produce el estancamiento de la economía europea.
La verdad es que no es algo que haya sorprendido a los mercados. Es más, las bolsas no se han visto afectadas por esta noticia porque estaba descontada.
Es preciso matizar los datos de Alemania del tercer trimestre, es probable que la menor producción de coches se haya debido a cuestiones técnicas, pruebas de las emisiones contaminantes.
Por lo tanto, es muy probable que la economía de Alemania experimente en el próximo trimestre una recuperación. Ahora bien, como las ventas de coches en EEUU y China se están debilitando, creemos que la recuperación del cuarto trimestre en Alemana no será espectacular.
Hay esperanzas porque el consumo privado alemán ha mantenido su ritmo en el tercer trimestre, lo que ha impedido un deterioro mayor.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, debemos considerar que la economía de la eurozona está flojeando. Y desgraciadamente está produciéndose justo en el peor momento, cuando Europa se enfrenta al auge de los populismos y los nacionalismos (lo peor de Europa), al Brexit y a la guerra comercial con los EEUU.
Este tímido crecimiento de la zona euro sin duda obligará a Draghi a replantearse el intento de subida de tipos en 2019.
El DAX se movió lateralmente, la perforación del 11.300 aceleraría la presión vendedora.
Y el IBEX se movió lateralmente por encima de 9.030. Nos fijaremos en la zona de 8.930, su perforación sería un signo de debilidad que aumentaría la presión vendedora.