El banco más importante de suiza ve en Ebro Foods un potencial del 16% si se tiene el precio de cierre de este lunes en el Mercado Continuo. La compañía dedicado a la fabricación de arroz y pasta se revaloriza en lo que va de año medio punto porcentual y está capeando bien la expansión del Covid-19 y el confinamiento, en línea con otras compañías del sector alimentario que cotizan en bolsa.

Ebro Foods cerró el primer trimestre del año actual con un beneficio neto de 47,9 millones de euros, lo que supone un incremento del 29,6% en comparación con dicho período del año anterior, según ha informado la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

 

En concreto, la compañía ha precisado que este incremento se debe principalmente a la incorporación de la marca de arroz británica 'premium' Tilda, la monetización de las inversiones y al incremento de ventas en marzo por el confinamiento. Las ventas de Ebro Foods en el primer trimestre crecieron un 22,5% hasta los 845 millones.

El resultado bruto de explotación (ebitda) de Ebro hasta marzo fue de 106,4 millones de euros, un 26,4% más respecto a los 85,3 millones de euros registrados en los primeros tres meses del año precedente. La deuda neta se sitúa en los 985,5 millones de euros, lo que supone 14,3 millones de euros menos que a cierre del ejercicio 2019.

 

El consenso de los analistas que siguen el día a día de Ebro Foods en bolsa sitúa su precio objetivo en los 20,09 euros por acción, con un potencial alcista del 4,85%. La recomendación general del consenso es mantener las acciones de Ebro Foods en cartera, ya que cuenta con seis recomendaciones de compra, dos de mantener y cinco de vender.

Potencial en Aena

Otro valor que protagoniza la atención de los inversores este martes es Aena después de que HSBC haya publicado un informe en el que rebaja su precio objetivo desde los 140 euros a los 135 euros, lo que supone un ajuste a la baja del 3,6% y un potencial en bolsa del 23,3%.

El beneficio neto de Aena entre enero y marzo de 2020 se situó en 23,1 millones de euros, un 83,1% menos que en el mismo periodo de 2019. Este dato refleja el impacto de la crisis del Covid-19, que ha supuesto restricciones a la movilidad y, como consecuencia, una drástica reducción del tráfico aéreo en el mes de marzo y la práctica total paralización del negocio comercial en la red de aeropuertos.