Repsol no es uno de los valores favoritos de Morgan Stanley en este momento. En concreto, acaba de rebajar sobre la petrolera su calificación, desde sobreponderar a igual ponderación, porque considera que los diferenciales se normalizarán después del primer trimestre de 2026, a medida que los factores temporales (como la interrupción del suministro de Dangote) comiencen a disiparse.

Mientras, mantiene un precio objetivo para el valor que alcanza los 15,80 euros por acción, por lo que su posible progresión alcanza el 8,8% desde su cierre de ayer. 

Morgan Stanley también prevé un potencial de mejora limitado para la valoración de la energética española, con un reciente repunte relacionado con un aumento del margen de refino en el tercer trimestre, que se espera que se desvanezca en el segundo semestre de 2026.

Destacan que, sin embargo, "aún observamos algunos factores positivos que nos impiden ser más negativos en este momento, como la exposición de la compañía al gas estadounidense y el próximo evento de liquidez del segmento de exploración y producción", añade Morgan Stanley.

Sus apuestas preferidas en Europa pasan por Shell y TotalEnergies para invertir en energéticas integradas en Europa.

De los 28 analistas que cubren Repsol, según indica Reuters, 11 califican la acción como "fuerte compra" o "compra", 15 como "mantener" y dos como "fuerte venta" o "venta", según datos de LSEG.