Iberdrola es uno de los valores defensivos de nuestro mercado. Su negocio es estable con un crecimiento esperado del orden del 5% anual. Un inversor puede esperar por tanto una rentabilidad a medio plazo del orden del 10% anual (dividendo crecimiento). No será de los valores que más suba en un entorno alcista pero tampoco sufrirá demasiado en las correcciones. Técnicamente tiene un soporte muy sólido en la zona del 5,70 donde acaba de rebotar una vez más.