Las dos compañías han comunicado que con esta operación Visa intenta ganar tamaño y generar sinergias de la unión de dos empresas que el año pasado tenían más de 500 millones de tarjetas en todo el mundo y facilitaron pagos por un importe de 1,8 billones de euros (trillones anglosajones). Es decir, que entre las dos movieron dinero por una cantidad que casi iguala al PIB de España de dos años.
Algunos expertos consideran que con este movimiento Visa quiere competir con Mastercard
. Por el momento, tal y como se puede ver en este gráfico, la segunda es una empresa mucho más rentable con un ROE de 58%, frente al 21% de Visa.
Por lo demás, la compañía estadounidense tiene unas métricas muy parecidas a las de Mastercard. Las dos, por ejemplo han subido este año en bolsa un 15% en un movimiento casi simétrico, animadas por la mejora de la economía de Estados Unidos, algo que también podrían esperar de Europa.
Visa ha reaccionado con caídas de más de un 2% después de que el mercado conociera la noticia. Antes, el 78% de las firmas de inversión que siguen su evolución apostaban por comprar y el resto por mantener. El precio objetivo está situado en 83,64 dólares, lo que implicaría un potencial de revalorización de más de un 10% desde los niveles actuales de cotización.
Por otro lado, los Indicadores Premium de Estrategias de Inversión sitúan a la empresa en fase de consolidación con una puntuación de 5,5, en una escala que va del 0 al 10. Entre lo que se puede observar con estas métricas es que la tendencia de la empresa es bajista a medio plazo.
Entrevista a Luis García Cristóbal, director general de Visa Europe para España y Portugal, en Ei