A principios de 2023, había un pesimismo generalizado en los mercados y los inversores se preparaban para una recesión. Sin embargo, la economía demostró una marcada capacidad de resistencia, la inflación cayó a buen ritmo y la renta variable subió de manera importante.

Ahora, cerrado ya el primer mes de 2024, los inversores aún no tienen muy claro lo que les espera con certeza este 2024 y lo que tendrán que enfrentar a lo largo del año. Eso sí, a modo general, hay cinco claves a tener en cuenta para no desviarse de los objetivos de inversión a largo plazo, tal y como señala Capital Group: las elecciones de EEUU, la inversión en efectivo podría suponer la pérdida de nuevas oportunidades, la diversificación será esencial, los fundamentales de las compañías son los que impulsan los mercados a largo plazo y este 2024 marcará el inicio de la recuperación de la renta fija.

Y es que, respecto a este último punto, aunque todos se preguntan qué clase de activos son los más y menos dulces en las carteras, de cara a 2023, la gran mayoría de los expertos -Vontobel AM, Deutsche Bank y Santander Private Banking, entre otros- tiene claro que la renta fija es una de las grandes apuestas.

Los Bancos Centrales sólo tienen dos caminos, bajar o mantener tipos de interés. Y sea cual sea, 2024 parece que será un “año fácil” en renta fija. Si hay bajadas de tipos, la renta fija “vuela por el efecto duración” pero si no hay más subidas de tipos, tienes un carry que se te va llevando. 

Pero, a pesar de que la apuesta segura es renta fija, en qué: ¿high yield o investment grade? ¿Europa o EEUU? ¿duraciones cortas o largas?Desde Fidelity International lo tienen claro y apuestan por lo seguro y por aquellos activos con rendimientos decentes. Por ello, la mejor oportunidad es en duraciones cortas, lo que significa en el tramo de 2 a 5 años en la curva de la Eurozona y mantenerse en investment grade.

Por otro lado, el mercado de ETFs está cambiando y los inversores miran más allá de las soluciones "puramente pasivas" para buscar estrategias basadas en el análisis, capaces de ofrecer exposiciones de inversión más específicas y en condiciones más favorables. Así, los ETFs están incursionando con fuerza en las carteras de los clientes, especialmente los europeos. Fidelity International es un jugador que se ha hecho un hueco en este mercado, especialmente con una gama de Quality Income, que ahora recibe el rating Oro por parte de Morningstar.

Dicho esto, en ningún caso hay que dejar de lado la renta variable. Y es que permanecer en el mercado es mejor que intentar acertar los tiempos del mercado, tal y como dice WisdomTree. Cuando se trata de movimientos a corto plazo en los mercados, "nadie sabe nada" y los inversores con éxito son inversores que tratan de aprovechar la prima de riesgo de la renta variable a largo plazo mediante estrategias coherentes y probadas en el tiempo. De cara a 2024, las predicciones sobre el S&P 500 siguen siendo muy diversas, desde los 4.200 (-12 %) de JP Morgan hasta los 5.100 (+7 %) de Deutsche Bank. La incertidumbre en los mercados también sigue siendo bastante elevada, por la política monetaria y elecciones munciales. Parece que, en general, y como siempre, las inversiones en renta variable básicas y resilientes que no dependen de conocer el futuro deberían ser las mejores amigas de los inversores. Para los inversores con estrategias a largo plazo, invertir en calidad y alto dividendo a largo plazo podría seguir siendo la mejor respuesta. 

Por su parte, la gestora de fondos de inversión Schroders intenta hacer una previsión e intentar, a través de un estudio, conocer qué nos espera ante las futuras bajadas de tipos por parte de la FED y el BCE. Según Duncan Lamont, responsable de investigación estratégica en Schroders, la rentabilidad media de las acciones estadounidenses ha sido un 11% superior a la inflación en los 12 meses posteriores al inicio de los recortes de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal. Las acciones también han superado, de media, en un 6% a los bonos del Estado y en un 5% a los bonos corporativos. Las acciones prefieren evitar una recesión, pero normalmente incluso cuando se ha producido una caída significativa de la actividad económica, lo han hecho bien. A los inversores en renta fija, por el contrario, les suele ir mejor si se produce una recesión y suelen beneficiarse de la compra de activos refugio (especialmente bonos soberanos), que hace bajar los rendimientos y subir los precios de los bonos. Pero también les ha ido bien si se ha evitado una recesión. Así que, si acierta y logra un "aterrizaje suave", 2024 podría ser un buen año para los inversores en bolsa y en renta fija. 

En cuanto a las materias primas, más allá del oro o del petróleo los inversores debería poner el foco este año en vigilar el uranio y subirse al carro de esta inversión, vía el mercado de valores. A finales del 2023 los analistas de Morgan Stanley se mostraron más optimistas sobre los precios del uranio que sobre cualquier otra materia prima minera, dado que la oferta no puede seguir el ritmo de la demanda.  Adicionalmente, muchos gestores de grandes fondos de cobertura comenzaron a aumentar su exposición a los valores de uranio desde finales del 2023, apostando por importantes subidas de precios. Por otro lado, una amplia cantidad de inversores ha aprovechado esta tendencia invirtiendo vía ETFs, lo que ha contribuido a que los activos en ETFs de Uranio se incrementen de manera significativa.

Dicho esto, y para ponértelo más fácil de cara a 2023, todos aquellos inversores minoristas que quieran ahondar en sus conocimientos y aprender a invertir en bolsa y gestionar su patrimonio puede hacerlo de una manera fácil pero especializada de la mano de los mejores expertos. Con una dedicación de 15 minutos al día que puedes emplear en cualquier momento y desde cualquier dispositivo, conseguirás una formación equivalente a la de cualquier curso superior o máster en finanzas.